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Próximamente, el domingo 29 de octubre, marcando las 3:00 de la madrugada, ajustaremos nuestros relojes a las 2:00, retrocediendo una hora. Esto significa una hora extra de sueño para todos. Además, los días serán más cortos, con el amanecer y el anochecer ocurriendo más temprano en comparación con el horario de verano.
Cambio de hora: Fechas claves y futuro incierto
Dentro de una semana, en octubre, tendremos el cambio de horario de verano a invierno. Este cambio ocurre el último domingo de octubre, cuando a las 3:00 a.m., retrasamos los relojes a las 2:00 a.m., ganando una hora de sueño esa noche.
En 2023, este cambio será el 29 de octubre. Además, ya se han anunciado los cambios para los próximos años: el horario de verano volverá el 31 de marzo de 2024 y se cambiará nuevamente el 27 de octubre de 2024. Para 2025, los cambios serán el 30 de marzo y el 26 de octubre, y en 2026, se realizarán el 29 de marzo y el 25 de octubre.
Estas fechas fueron publicadas conforme al Real Decreto 236/2022, que establece la obligación de anunciar los cambios horarios cada cinco años. Según este decreto, el último cambio confirmado es el 25 de octubre de 2026. Sin embargo, aún no se sabe si esta práctica continuará después de esa fecha o si será abandonada permanentemente.
Un gran debate a nivel europeo
Desde hace años, la controversia en torno al cambio horario ha sido constante. En 2008, más del 80 % de los casi 5 millones de ciudadanos europeos que participaron en una consulta pública expresaron su apoyo para poner fin a esta práctica. A raíz de estos resultados, la Comisión Europea inicialmente propuso que 2019 fuera el último año para el cambio. Sin embargo, la falta de consenso entre los países miembros impidió que esta propuesta se implementara.
Actualmente, el debate sobre este tema continúa y la Unión Europea será la encargada de decidir si eliminar definitivamente el cambio horario a partir de 2026. En España, se estableció una Comisión de expertos para estudiar este asunto, incluida la conveniencia de mantener al país en el mismo horario que Europa Central. La decisión final seguirá siendo objeto de discusión hasta que la Unión Europea tome una determinación al respecto.
Defensores y detractores de este cambio
Los partidarios argumentan que el cambio ahorra energía y aprovecha mejor la luz solar en invierno. Por otro lado, algunos sugieren mantener el horario de verano permanentemente para aprovechar las horas de la tarde y reducir el consumo de energía al anochecer más tarde.
Sin embargo, los cambios de hora también afectan los ciclos de sueño y se ha vinculado a problemas de salud como accidentes de tráfico y ataques al corazón. La decisión sobre el futuro de estos cambios seguirá siendo tema de debate hasta que la Unión Europea tome una decisión definitiva, esperada para el año 2026.
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