La parálisis del sueño y el despertar de golpe

La parálisis del sueño, esa señal del cuerpo para advertirnos de que algo no va bien, que estamos expuestos a estrés o alguna parasomnia.

No te asustes que no es ninguna alerta ni riesgo para la salud, pero esta interrupción del sueño ha provocado angustia intensa por unos segundos o minutos en los que la hemos padecido.

El cuerpo se queda completamente inmóvil, mientras que nosotros nos encontramos totalmente conscientes y despiertos. Este efecto ha afectado a un 50 % de la población.

Parálisis del sueño, causas y cómo reaccionar

En este caso, no es peligroso despertar a alguien que está experimentando una parálisis del sueño, pues gracias a ello, se rompe este estado y se vuelve a recuperar el control del cuerpo.

Este estado se da en el transcurso del sueño y la vigilia. Surge por una interrupción en el proceso normal de transición, y se asocia a las alucinaciones auditivas, visuales o táctiles.

La parálisis del sueño se vive como algo confuso y desorientador, pero no debe ir más allá, ni dejar consecuencias graves ni duraderas.

Una vez que la persona consigue despertar o lo despiertan, es normal que lo haga aturdida, con sensaciones extrañas y alucinaciones por lo que estaba experimentando.

Es aterrador, eso si, porque el hecho de que no puedas ni articular una sílaba ni mover ni un solo dedo, acompañado de las alucinaciones antes mencionadas, nos hacen pasar los peores minutos o segundos de nuestra vida.

Lo que si recomiendan los expertos, es que si la parálisis del sueño se experimenta muy seguido, es bueno consultar con el médico, para que nos ayude a contar con la información y las herramientas para prevenirla o evitarla.

Causas de su aparición

La parálisis del sueño puede asociarse con un trastorno de ansiedad u otros tipos de entidades psiquiátricas. En el caso de la narcolepsia, es necesario tratamiento para prevenir su aparición.

Aun así, los expertos recomiendan una serie de pautas para poder evitarla:

• Mantener horarios regulares de sueño.
• Dormir suficientes horas cada sueño, ya que las restricciones de esto hacen un rebote del sueño REM en la noche siguiente, incrementando la probabilidad de sufrir estos episodios.
• Practicar ejercicios de relajación o meditación antes de dormir.
• Reducir la ingesta de alcohol.
• Revisar la medicación en caso de estar medicándose.
• Probar terapias cognitivo-conductuales con psicólogos especializados en casos en los que la parálisis del sueño venga acompañada de otras patologías.

Estas pautas son sencillas de seguir, por lo que es muy fácil ponerse manos a la obra para poder tener un descanso óptimo y agradable.

Aún así, debemos de tener claro que la parálisis del sueño ocurre, y si se da de forma recurrente, generando mucho distrés (el lado negativo del estrés), por lo que puede ser necesario que tu médico te recete antidepresivos tricíclicos para poder hacerle frente.