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La huella de carbono es una medida que evalúa la cantidad total de gases de efecto invernadero (GEI), principalmente dióxido de carbono (CO2), liberados directa o indirectamente por una actividad, producto, servicio o entidad durante su ciclo de vida completo.
Este indicador cuantifica las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con actividades humanas y se expresa en toneladas de CO2 equivalente (CO2e).
La huella de carbono es una herramienta utilizada para medir el impacto ambiental y evaluar el nivel de contribución al cambio climático que produce una organización, producto o servicio.
La nueva normativa europea sobre el clima obliga a cumplir con metas ecológicas, pero dos de cada cinco compañías en España incumplen estas regulaciones, según Emburse Captio.
Para asistir a las empresas en calcular y gestionar automáticamente la huella de carbono de sus empleados durante viajes de trabajo, Captio, en asociación con GreeMko, ofrece datos precisos a través de una aplicación green tech, apuntando a un mercado que se estima superará los 690.300 millones en 2030.
Una aplicación green tech, en términos simples, es una aplicación tecnológica diseñada para ser amigable con el medio ambiente o que tiene un impacto ecológico positivo. Estas aplicaciones se centran en resolver problemas ambientales o ayudar a las personas y organizaciones a ser más sostenibles en sus actividades diarias. Pueden abordar áreas como la gestión de residuos, el ahorro de energía, la movilidad sostenible, la medición de la huella de carbono o la promoción de estilos de vida más ecológicos.
Impacto ambiental y cambio normativo
La huella de carbono promedio relacionada con la energía se sitúa en 4,7 toneladas de CO2 por persona. Los desplazamientos de empleados representan el 75 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de alcance 3 en las empresas, según datos de CDP.
Con la normativa inminente, más compañías buscan medir y reducir sus emisiones de huella de carbono. Esta medida, obligatoria a partir de 2023, enfrenta a las empresas a multas de hasta 2,5 millones de euros por incumplimiento.
Ventajas y herramientas de medición
El cálculo de la huella de carbono sigue estándares internacionales como GHG Protocol y IPCC, permitiendo a las organizaciones acceder a beneficios que van desde competitividad en licitaciones públicas hasta atracción de talento y alineamiento con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, impulsando así un enfoque más sostenible en el ámbito empresarial.
El uso de esta herramienta supone numerosos beneficios a las organizaciones, como:
- Competitividad en licitaciones públicas. La administración requiere acciones relacionadas con el registro de huella de carbono y medidas de reducción de emisiones, entre otras, para la contratación pública.
- Reducción impacto ambiental. Medir la huella de carbono permite priorizar, demostrar y comunicar los esfuerzos en reducción del impacto ambiental.
- Acceso a nuevas formas de financiación. Los bancos están generando un mayor volumen de productos financieros relacionados al desempeño medioambiental de las organizaciones.
- Atracción y retención de talento. Las personas se sienten atraídas por trabajar en empresas que tengan la sostenibilidad como un valor intrínseco.
- Cumplimiento normativo y reporte. Para normativas que obligan a reportar la huella de carbono, como la directiva europea 2014/95/UE y la ley 7/21 en España de cambio climático.
- Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030. Alineamiento con los objetivos medioambientales definidos por la asamblea general de las Naciones Unidas, junto a otros aspectos de sostenibilidad.
- Homologarse como proveedor. Dar soporte a los proveedores en sus certificaciones de huella de carbono, por ejemplo, con la ISO 14064, para dar servicio a grandes empresas.
- Marketing y comunicación. Permite obtener información cuantitativa para comunicar y posicionar en el mercado los logros medioambientales obteniendo un valor diferencial.
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