El iceberg más grande del mundo llega al final de su travesía tras cinco años a la deriva

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14/03/2025 - 10:01
Iceberg A23a

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El iceberg más grande y longevo del planeta, el A23a, podría haber llegado al final de su travesía. Tras cinco años a la deriva desde 2020, ha quedado varado a unos 73 kilómetros de la isla subantártica de Georgia del Sur, un refugio para los pingüinos.

Este gigantesco iceberg, con una extensión de aproximadamente 3.600 kilómetros cuadrados y un peso cercano a un billón de toneladas, se desprendió de una plataforma de hielo en la Antártida en 1986. Durante más de tres décadas, permaneció asentado en el lecho marino del mar de Weddell, hasta que en 2020 inició su desplazamiento hacia el norte.

El iceberg A23a se libera tras años a la deriva

Ese mismo año, comenzó a desplazarse arrastrado por las corrientes oceánicas y, cuatro años más tarde, en 2024, quedó atrapado durante meses cerca de una montaña submarina, lo que ralentizó su avance hacia el norte. Tras liberarse, surgió la preocupación de que el A23a pudiera dirigirse a Georgia del Sur y bloquear el acceso a las áreas de alimentación de focas y pingüinos que habitan y se reproducen en la isla.

Las imágenes revelan que el iceberg ahora está varado a aproximadamente 90 kilómetros de la isla, en la costa suroeste. Los especialistas estiman que el aumento de la temperatura del agua, junto con el impacto de las olas y las mareas, provocará la fragmentación de la enorme masa de hielo en bloques más pequeños, que eventualmente terminarán derritiéndose.

Si el iceberg se mantiene en tierra, no se prevé que tenga un impacto considerable en la vida silvestre de Georgia del Sur. Según Andrew Meijers, oceanógrafo del British Antarctic Survey citado por The Guardian, en las últimas décadas muchos icebergs que siguen esta ruta por el Atlántico tienden a fracturarse, dispersarse y derretirse rápidamente. No obstante, los expertos seguirán monitoreando su evolución, ya que, aunque lo más probable es que se desintegre, su comportamiento es prácticamente imposible de predecir.

Impacto ecológico y desafíos para la pesca

El impacto que tendrá sobre la fauna sigue generando incertidumbre y diversas hipótesis. Al respecto, los expertos coinciden en que será interesante observar la evolución del ecosistema en respuesta a la presencia del iceberg. "Estamos atentos a ver cómo influirá en el equilibrio ecológico de la zona y qué cambios podría generar en las especies locales", señalan los investigadores.

Desde una perspectiva negativa, la presencia de la masa de hielo podría representar un obstáculo para los pescadores de la región, cuya actividad ya ha enfrentado dificultades en el pasado. "A medida que el iceberg se desintegra en fragmentos más pequeños, es posible que complique las operaciones de pesca, haciendo que la navegación en el área sea más riesgosa y afectando la captura de especies comerciales", advierten los expertos.

No obstante, el fenómeno también podría traer beneficios para el ecosistema marino. A medida que el hielo se derrite, se liberan nutrientes atrapados en su interior, lo que puede enriquecer las aguas y favorecer el crecimiento del fitoplancton, base de la cadena alimenticia marina. "Este aporte de nutrientes podría incrementar la disponibilidad de alimento en toda la región, beneficiando a diversas especies, incluidas aquellas tan emblemáticas como los pingüinos y las focas", explica el científico Meijers.

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