El ictus infantil también es una realidad, minúscula, pero una realidad

En la actualidad, los ictus se han convertido en uno de los mayores peligros para la salud pública. Sin embargo, cuando hablamos de esta enfermedad, inmediatamente nos olvidamos de los menores, quienes también sufren.

Por eso, el Colegio de Fisioterapeutas de Madrid ha lanzado una campaña para dar a conocer cuáles son los signos de alerta ante el ictus infantil, un hecho poco habitual, pero muy grave entre los niños.

Los casos de ictus infantil se mantienen en el desconocimiento, por lo que es necesario más concienciación

Los ictus se consideran un peligro sanitario para toda la población, pero no solo para los adultos, sino también para los niños. En la actualidad, alrededor de un 80 % de los niños puede sufrir ictus y, con ello, unas secuelas neurológicas de gran importancia.

Por eso, el Colegio de Fisioterapeutas de Madrid ha iniciado una campaña con el objetivo de dar a conocer más datos sobre el ictus infantil y así, evitar consecuencias graves en los niños como los accidentes cerebrovasculares.

Según señala la Presienta de la Comisión de Neurología del Colegio de Fisioterapeutas de Madrid, cuando se dan ictus en adultos, se realizan numerosas campañas, la gente está más concienciada, pero en los niños aún existe un desconocimiento y tiempo de reacción, por lo que es importante dar a conocer todo lo que se sepa acerca del ictus infantil.

La incidencia se sitúa de los 2 a 13 casos por cada 100.000 habitantes

Cuando hablamos del riesgo de padecer ictus, es importante tener en cuenta la edad de la persona, así como otros factores como la obesidad, el tabaco o la diabetes. Es por ello por lo que no somos conscientes de la existencia del ictus infantil, ya que su porcentaje apenas alcanza el de 2 a 13 casos por cada 100.000 habitantes. La incidencia es muy reducida, pero las lesiones son graves.

Uno de los motivos que dan los expertos para poder frenar las consecuencias del ictus infantil es reducir el tiempo de actuación, por lo que su pronóstico es muy necesario. El hecho de tardar más en actuar, equivale a un retraso en su detección y, por tanto, una lesión mayor en el cerebro.

Para poder actuar y recurrir a un pronóstico temprano, los expertos aconsejan a los padres estar atentos ante los posibles síntomas del ictus en menores. Según informan, los síntomas de los ictus en niños son muy similares a los de los adultos: falta de movilidad en zonas como la boca, esfuerzo para poder hablar o dormirse de manera repentina.

En el caso de observar alguno de estos síntomas, inmediatamente se debe acudir a los centros especializados en ictus, por ejemplo, el Gregorio Marañón o el 12 de Octubre, en Madrid.

El ictus cambia la vida del niño para siempre

Cuando se sufre un ictus, la vida de las familias y de los niños afectados se cambia rotundamente y comienza una fase aguda donde los profesionales intentan obtener la máxima funcionalidad posible. Tras esta fase, hasta el 80 % de los menores sufren secuelas neurológicas.

Ante un ictus infantil, los menores se ven envueltos en tratamientos durante toda su vida. Podemos encontrarnos con logopedas, fisios, psicólogos y terapeutas ocupacionales. Estas terapias les acompañarán por el resto de sus días.