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El Consejo de Ministros ha aprobado el proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados que recoge la creación de un impuesto indirecto a los envases de plástico de 0,45 céntimos el kilo.
Un nuevo impuesto a los envases de plástico no reutilizables
La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha asegurado en la presentación que "con esto se va a dar respuesta a uno de los mayores desafíos del medioambiente de cara a contribuir a la sostenibilidad y a la salud humana". La ministra ha cifrado en 2.500 millones de euros en inversiones de aquí a 2035 para abordar el paso "de una economía lineal a una circular".
Concretamente, el texto habla de limitar aquellos plásticos de un solo uso y que se reduzca su presencia un 50 % en 2026 y un 70 % de cara a 2030. Para ello será fundamental que los agentes implicados fomenten el uso de alternativas reutilizables.
El Consejo de Ministros vio esta norma en una primera vuelta como anteproyecto de ley en junio del año pasado como parte de un marco normativo en el que también figuraban la Estrategia de Economía Circular 'España Circular 2030' y un real decreto sobre trazabilidad y control de los traslados de residuos.
Reducir el peso de los residuos producidos
Según ha comentado esta misma semana la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, el proyecto de ley incluirá elementos de fiscalidad ambiental "largamente demandados" por la OCDE o la Comisión Europea y que actualmente están disgregados entre comunidades autónomas.
Este impuesto sobre envases de plástico no reutilizables es algo que la Comisión Europea prevé como nuevo ingreso común en la UE. Por ello, ha subrayado Ribera, "queremos abordar antes de esta generalización en Europa uno de los grandes retos ambientales que afrontamos: la contaminación por residuos plásticos, algo sobre lo que se ha despertado una inmensa sensibilidad en la opinión pública".
Por otro lado, el Gobierno también busca reducir el peso de los residuos producidos un 13 % de cara a 2025. Para ello, la Ley recoge un impuesto a la incineración, coincineración y al depósito de residuos en vertedero. El objetivo es que se incida en la prevención, reutilización y reciclado y no en la generación de gases contaminantes.
Aumento de las tasas de reciclado de residuos municipales
Ribera ha remarcado al respecto que "no es razonable que más del 50 % de nuestros residuos sigan yendo hoy a vertedero". España debe dotarse de un marco común que evite el denominado "turismo de residuos entre regiones".
Las tasas de reciclado de residuos municipales también se incrementarán cinco puntos porcentuales cada cinco años desde 2020 hasta alcanzar el 65 % en 2035 y se reducirán los recipientes alimentarios de plástico de un solo uso asociados a la comida rápida en un 70 % para 2030, lo que requerirá cambios en el comportamiento de los consumidores.
Abordará la obsolescencia prematura de los productos
Asimismo, la norma prohibirá la destrucción de excedentes no perecederos, fomentará el consumo de agua potable y abordará la obsolescencia prematura de los productos. Además, exigirá nuevas recogidas separadas de residuos, al generalizarse la de biorresiduos en 2022 para entidades con más de 5.000 habitantes y desde 2024 para las demás.
En la misma línea, antes de 2025 se implantarán recogidas separadas de textiles, enseres voluminosos, aceites de cocina usados y residuos domésticos peligrosos. Y se revisará el marco jurídico de la responsabilidad ampliadas del productor, con obligaciones en los costes asociados a la gestión de los residuos, que deberán asumir los productores y una mayor transparencia en los mecanismos de control y trazabilidad.
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