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El incendio declarado el pasado sábado en la cumbre de Gran Canaria, que ha afectado a 1.500 hectáreas de monte y que a última hora de este martes se dio por estabilizado, esta teniendo una evolución favorable.
El servicio de emergencia 112 de Canarias, ha asegurado este miércoles de que la pasada noche los efectivos terrestres del dispositivo de extinción del incendio continuaron realizando tareas de vigilancia de los puntos calientes y trabajos de remate y consolidación.
Durante la cuarta noche desde que comenzó el incendio, no ha registrado reactivaciones de las llamas
Las llamas se han propagaron en un perímetro de 23 kilómetros y han obligado a desalojar de sus casas a un millar de vecinos de los municipios de Artenara, Tejeda y Gáldar. Muchos de ellos ya han podido regresar a sus hogares.
Este incendio exprés, como lo han calificado los técnicos, dada su rápida propagación desde que se declaró, ha sido provocado por la imprudencia de un hombre que usaba una radial y que ha eludido de forma provisional la prisión al pagar la fianza de 25.000 euros acordada por la autoridad judicial.
Esto también ha afectado a algunas viviendas, si bien aún no se han cuantificado con exactitud los daños materiales
Ante la inminente ola de calor que se prevé que afecte a la isla de Gran Canaria y para evitar el riesgo de reactivaciones del incendio, el dispositivo aéreo, formado por 14 medios, entre helicópteros, un avión y dos hidroaviones, seguirá trabajando para controlar, vigilar y humedecer el perímetro del incendio.
Desde el sábado día 10 de agosto, un dispositivo terrestre de entre 500 y 600 personas de distintos cuerpos y servicios de emergencia han luchado contra las llamas.
En cuanto al segundo incendio registrado la pasada madrugada en la localidad de Cazadores, en el municipio de Telde, Torres ha dicho que fue un “incendio bastante aparatoso” que afectó a un total de 160 hectáreas.
Como este fuego aún no se da por controlado, el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha pedido a los ciudadanos que no acudan a la zona afectada por el fuego y que se evite así lo que ha denominado como "piroturismo".
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