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Bosques y montes descuidados por falta de prevención, lluvias primaverales copiosas, calor en aumento… El coronavirus deja un panorama de verano perfecto para los incendios forestales. La Aemet (Agencia Estatal de Meteorología) indica que la previsión de fuegos en los montes de España ha aumentado.
La gran cantidad de vegetación que ha proliferado mientras estábamos confinados, ya se ha secado con el calor veraniego que invade toda la Península. Esto implica mayor combustible, más vegetación en potencia para los incendios.
España ha registrado una reducción del 36% en el número de incendios forestales entre 2010 y 2019 con respecto a la década anterior. Sin embargo, ha aumentado significativamente la proporción de grandes incendios forestales, los de carácter más catastrófico, en los que arde el 40% o más de la superficie total afectada. Además, se ha incrementado el riesgo de oleadas de incendios extremos, que están vinculados al cambio climático y son muy peligrosos para la población. Estos son dos de los puntos que sobresalen en el informe anual El planeta en llamas, recién publicado por WWF.
La organización ecologista alerta de que los incendios devastadores de 2019, como los del Círculo Polar Ártico o Australia, son una imagen del futuro en muchas zonas del planeta.
La prevención empieza en cada uno de nosotros
Un incendio forestal es aquel que se extiende sin control sobre un terreno que no está destinado a arder. Los incendios forestales pueden afectar a bienes de naturaleza forestal y ponen, además, en peligro vidas humanas.
Por su parte, un gran incendio forestal tiene lugar cuando la superficie quemada supera las 500 hectáreas y se califica como “conato” cuando es inferior o igual a 1 hectárea.
Incendios forestales y cambio climático son dos conceptos que van de la mano. Las emisiones debidas a los incendios en 2019 experimentaron un repunte a nivel global y se liberaron 7.800 millones de toneladas de CO2, el equivalente a unas 25 veces las emisiones totales de España en un año.
El análisis de WWF destaca también la relación directa entre los incendios, la deforestación y las pandemias, porque la destrucción de los bosques, en especial los tropicales, posibilita que los seres humanos entren en contacto con poblaciones de fauna silvestre portadoras de patógenos.
Resulta necesario conocer para prevenir los incendios forestales. Está en nuestras manos tomar medidas para evitar gran parte de estas catástrofes naturales.
Las medidas de prevención parecen lógicas, pero conviene recordarlas para evitar descuidos o imprudencias:
- No debes arrojar colillas encendidas al suelo. Mucho menos si te encuentras en la naturaleza.
- No arrojes objetos desde vehículos, podrían arder.
- En épocas de riesgo de incendio, como el verano, para adentrarse en el monte es muy conveniente conocer bien el terreno, las vías de comunicación, así como los caminos alternativos y procurar transitar siempre por zonas de buena visibilidad.
- Siempre hay que pedir autorización para la quema de rastrojos.
- Vigila la quema de rastrojos y no te ausentes hasta que esté totalmente apagada y no pueda dar lugar a reavivarse.
- Si hace mucho calor, no hagas fuego aunque esté autorizado.
- No deja botellas u otros objetos de cristal abandonados en el campo. Podrían hacer efecto lupa y provocar un incendio.
- Cuidado con las motosierras, desbrozadoras, soldadoras u otras herramientas cuyo funcionamiento genere deflagración, chispas o descargas eléctricas. Una chispa puede causar un gran fuego.
- Deben mantenerse limpios los caminos que conducen a las viviendas.
Causas más comunes de los incendios forestales
Entre las causas habituales que originan los incendios forestales se encuentran los incendios intencionados, las negligencias y causas accidentales como colillas, vidrios abandonados, barbacoas mal apagadas, incendios en viviendas...
Como has podido comprobar, la mayor parte de los incendios son originados por los humanos. Evidentemente, cuando el fuego causado por la actividad humana no es controlado, llega a afectar a la vegetación que cubre los terrenos forestales y se origina un incendio forestal.
Para que se origine un incendio se necesitan tres elementos: una fuente de calor, combustible y oxigeno. Bastará con eliminar uno de los tres elementos para lograr la extinción de un fuego.
¿Qué hacer en caso de incendio?
Mantén la calma y llama enseguida al 112 o al teléfono de emergencia de tu Comunidad Autónoma.
Si te encuentras en el lugar donde está produciéndose el incendio y el fuego es muy pequeño, puedes intentar apagarlo utilizando agua, ramas o echando tierra sobre la base de las llamas. Si consigues sofocarlo, tapa las brasas con tierra y aparta las ramas, así como cualquier material combustible que haya en los alrededores.
Si el fuego te ha sorprendido paseando en una zona forestal, debes alejarte en dirección opuesta al humo y respirar por la nariz procurando cubrirla con un trapo. Huye rápidamente, el fuego avanza muy rápido.
Es muy importante que los Gobiernos apliquen políticas de conservación de espacios naturales para así proteger el monte de los incendios forestales y evitar que se expandan. Por ello deben contar con brigadas que trabajen en limitar el exceso de vegetación seca.
Es mucho mejor prevenir que apagar incendios. Todos debemos trabajar de forma conjunta si queremos reducir la probabilidad de que se produzcan incendios forestales y hacer del monte un lugar menos inflamable y más resiliente al cambio climático.
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