El CPE pide que las instalaciones deportivas cuenten con una norma específica para ser más accesibles

Las personas con discapacidad también disfrutan del deporte. Sin embargo, pueden llegar a encontrarse con importantes barreras a la hora de acceder a instalaciones deportivas o porque no todas cuentan con una adaptación completa para la práctica de ciertos deportes. A pesar de que existe una normativa para hacer de todos los centros públicos lugares plenamente accesibles, esto no siempre es suficiente o equiparable en cada comunidad autónoma.

En este sentido, el Comité Paralímpico Español (CPE), ha hecho un reclamo a la Administración Pública para que se ponga remedio a esta situación y se desarrolle una normativa más específica que asegure la accesibilidad universal a las instalaciones deportivas, tanto públicas como privadas. Además, ha propuesto tres grupos funcionales tanto de los deportistas como del resto de personas: el movimiento, las funciones sensoriales y las cognitivas.

Favorecer una mejora en la accesibilidad de las instalaciones deportivas

Aunque actualmente el Consejo Superior de Deportes (CSD), órgano dependiente del Gobierno, cuenta con un manual técnico y un test que permiten determinar la accesibilidad de las instalaciones deportivas, basándose en la normativa existente y en recomendaciones adicionales, el CPE quiere ir más allá. Este conjunto de normas y consejos se aplica a cualquier instalación deportiva, independientemente de si es pública o privada, o del tipo de deporte que ejerza.

Alberto Jofre, director gerente del CPE, aseguraba en una entrevista recogida por Servimedia, que la accesibilidad universal es “para todo el mundo” y no solo para las personas con discapacidad: “Una señalética de contraste, colores vivos, con letras grandes y separadas viene bien a personas mayores que tengan deficiencias visuales”. Así pues, también recordaba que el comité ya alertó en 2018 que no había información actualizada sobre el cumplimiento de la accesibilidad de las instalaciones deportivas en España.

Cinco años después, esta situación sigue igual: “Faltan datos. El último censo sobre accesibilidad es de 2005”, subraya Jofre. Según el libro blanco del deporte con discapacidad en España, publicado en 2018, apenas la quinta parte de las instalaciones deportivas censadas en 2005 cumplían con los criterios de accesibilidad mínimos en aseos y pasillos. Ante esta situación, el comité exige que la normativa se aplique de forma más contundente y responsable.

Contar con el equipamiento debido

La accesibilidad de las instalaciones no solo se refiere al plano arquitectónico, también se incluyen otros aspectos como que el personal de atención al público cuente con conocimientos básicos de lengua de signos, así como herramientas de comunicación para atender a personas con discapacidad sensorial, como pantallas de texto o bucles magnéticos. Por otro lado, contar con el equipamiento deportivo necesario también es esencial para la práctica deportiva en personas con discapacidad.

En este sentido, el CPE indica en su manual de accesibilidad que la mayoría de los deportes necesitan materiales específicos como sillas de ruedas adaptadas, balones más grandes o con cascabeles, trineos especiales, etcétera. Estos productos tienen un coste mayor que sus homólogos para personas sin discapacidad.

“Uno de los principales problemas que encuentran las personas con discapacidad cuando quieren iniciarse en una actividad deportiva es el enorme esfuerzo económico que deben realizar en algunas modalidades concretas”, señala el Comité Paralímpico en su libro blanco sobre el deporte con discapacidad, por lo que consideran que las instalaciones deportivas deberían contar con el material necesario. “No debe ser una cuestión de voluntarismo: tiene que haber una normativa común a nivel estatal”, reclama el director gerente del CPE.