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La inauguración presidencial de Joe Biden estará marcadas por la pandemia y por la sensación de ansiedad colectiva, miedo y crispación de los Estados Unidos.
El relevo de poder de este 2021 ha llevado al futuro habitante de la Casa Blanca a pedir a los americanos que celebren su nombramiento desde casa.
Todo el programa del recibimiento va a ser virtual y está específicamente pensado para la televisión. Pero el caso es que el asalto al Capitolio de hace unas semanas realizado por simpatizantes de Trump ha dado otro giro inesperado a los acontecimientos.
Joe Biden acompañado por la pandemia y el clima de crispación que deja Donald Trump
Todo Washington DC está desierto y blindado. Vallas y carreteras cortadas por obtener la máxima seguridad en este día es lo que reinará en un acto que volverá a hacer historia.
El centro de la ciudad es inaccesible en coche, y la toma de posesión de Joe Biden contará con 25.000 efectivos de la Guardia Nacional, vigilantes para que no pase nada.
La decisión de blindar de esta forma la Casa Blanca se debe a la amenaza que sigue latente, por parte de las protestas armadas contra el Capitolio y los parlamentos en los 50 estados del país.
Fue Donald Trump el que animo a toda esa panda a marcha hasta el Capitolio y "luchar a tope para salvar América" y fue esta la causa que hizo desplegar un dispositivo de seguridad sin precedentes.
A día de hoy, se sabe que el entorno del ex presidente de los Estados Unidos tuvo que forzar a Trump a que prometiera un "relevo pacífico del poder", pero lo cierto, es que tal y como está el patio, lo que pueda ocurrir tras encender el fuego ya queda lejos de su alcance el poder mitigarlo.
Joe Biden no podrá seguir todo lo planeado para este día
Joe Biden ya ha renunciado a llegar a Washington en tren desde Wilmington, en Delawere, pues pensaba hacer esto para rendirles su homenaje particular al ferrocarril por la gran pasión que despiertan en él y por los años que se ha subido en ellos a diario para ir y volver al Senado.
Por otra parte, y a petición de la número dos del equipo, Kamala Harris, la ceremonia de toma de posesión de Joe Biden se seguirá haciendo en las escalinatas de la fachada oeste del Capitolio, acto tradicional desde hace décadas.
Asimismo, la lista de invitados al acto ha quedado reducida, pues solo habrá 1.000 personas presentes y la explanada central de Washington ha quedado cerrada al público.
Y como dato histórico, a la ceremonia de Joe Biden no asistirá Donald Trump, el cual acaba de convertir su gesto como el primer presidente en 150 años que no asiste a la toma de posesión de su sucesor.
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