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En el cautivador universo de los Juegos Olímpicos, el amor ha hallado un escenario propio, entrelazándose de manera singular con los sueños y aspiraciones de los atletas. Este evento, que a menudo se centra en la excelencia y la competencia deportiva, también sirve como un telón de fondo perfecto para historias románticas.
Las historias de amor entre los aletas de los Juegos Olímpicos
Roger Federer y Mirka Vavrinek
Roger Federer y Mirka Vavrinek, ambos tenistas, se conocieron en Sídney durante los Juegos Olímpicos de 2000 y el enamoramiento fue instantáneo. El icónico campeón, entonces una estrella emergente de 19 años, coqueteó durante dos semanas antes de dar el paso y besarla, siguiendo el consejo de un luchador suizo con el que compartía habitación. Aunque ella dejó el deporte dos años después debido a una lesión, se convirtieron en inseparables y juntos tuvieron dos pares de gemelos.
Gregorio Paltrinieri y Rossella Fiamingo
Una historia similar es la de Gregorio Paltrinieri y Rossella Fiamingo, él nadador y ella espadachina. En los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, tuvieron la oportunidad de conocerse más a fondo. "Charlábamos durante horas y horas", reveló el atleta. "Esto es muy raro en mi caso, porque antes de las competiciones me retiro a mi propio espacio y hablo muy poco."
Luigi Samele y Olga Kharlan
Entre las historias de amor italianas destaca la de Luigi Samele, un esgrimista que en 2022 condujo hasta Budapest para traer de vuelta a Italia a su prometida, Olga Kharlan, también esgrimista. Olga había huido de la guerra en Ucrania junto a su hermana y su sobrino. También desde Ucrania, surge la historia de la pareja formada por el nadador Misha Romanchuk y la fondista Maryna Bekh. Misha declaró: "Si no me hubiera ido a entrenar al extranjero, probablemente habría dejado la natación para tomar un fusil e irme a la guerra".
Gerek Meindhart y Lee Kiefer
Entre las parejas oficiales que asistirán a París, destacan cuatro tenistas: Alex De Minaur y Katie Boulter, así como Gael Monfils y Elina Svitolina, quienes estarán acompañados por su hija pequeña, Skai. También estarán presentes los estadounidenses Gerek Meindhart y Lee Kiefer, veteranos de la esgrima, quienes han compartido en Instagram un encantador video bajo el lema "Fencing Power Couple". Además, la fondista Tara Davies se presentará junto a su esposo, Hunter Woodhall, un velocista paralímpico, con una foto que juega con las palabras "Oui are going to Paris".
En resumen, entre compromisos, bodas y flechazos, no podía faltar una propuesta de matrimonio en un escenario tan destacado como el de un podio olímpico. En los Juegos Olímpicos de Río 2016, al final de una competencia de trampolín de tres metros, Qin Kai se arrodilló frente a su amada, He Zi, quien, con la medalla colgando de su cuello, aceptó con un rotundo '¡Sí, quiero!'. Este es solo un ejemplo de cómo el amor puede florecer en los eventos deportivos, y no solo entre los atletas, ya que el rey Gustavo de Suecia conoció a su esposa Silvia durante los Juegos Olímpicos de Mónaco en 1972, y el príncipe Federico de Dinamarca se enamoró de Mary Donaldson en los Juegos de Sídney 2000.
En la misma edición de los Juegos en la que Charlène Wittstock, nadadora del equipo sudafricano de relevos, deslumbró y cautivó al príncipe Alberto. Su primera aparición pública como pareja ocurrió seis años después, en Turín, durante los Juegos Olímpicos de Invierno.
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