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Oporto (Portugal), 18 sep (EFE).- Alrededor de un tercio del empleo global de la zona OCDE sufrirá "cambios significativos" por el impacto de las nuevas tecnologías, según un informe de la organización, que pidió hoy políticas de formación para evitar la fractura social derivada de la automatización del trabajo.
Las nuevas tecnologías afectan de forma desigual a las distintas regiones y a los diferentes tipos de actividad, pero el organismo estima que el 14 % de los empleos de los países OCDE está en riesgo de automatización y que un 32 % registrará cambios significativos.
El nivel de empleos en riesgo alcanza el 40 % en algunas zonas, como Eslovaquia, y se limita al 4 % en otras, como en Oslo, continúa el documento titulado "Creación de empleo y desarrollo económico local", presentado hoy en la ciudad lusa de Oporto.
Las diferencias son también significativas dentro de un mismo país, con índices que alcanzan los doce puntos en España o rozan apenas uno en Canadá.
No obstante, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recuerda que, desde 2011, la mayoría de las regiones (60 % de su área) trabaja en la creación de empleos con menor riesgo de desaparecer en el proceso de automatización.
"La innovación tecnológica, como la automatización, puede impulsar el crecimiento de la productividad, generar nuevos puestos de trabajo y contribuir a mejorar los niveles de vida, pero debemos protegernos de cualquier aumento de las divisiones regionales en la calidad del empleo", apuntó el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
"Para remediar la fractura, las autoridades públicas deben enfocarse en mejorar la formación de los trabajadores y las competencias de las empresas", insiste en informe.
La formación debe centrarse especialmente en los trabajadores de sectores más expuestos a la automatización, como las cadenas de montaje, alimentación y los conductores de camiones, entre otros.
Paralelamente, el acceso a empleo de calidad en la zona OCDE mantiene importantes diferencias entre las distintas regiones.
El informe llama la atención sobre el aumento de los trabajos temporales y de media jornada en la mayoría del área OCDE, y afecta en mayor medida a mujeres, jóvenes y trabajadores no cualificados, aunque las características de los mercados laborales nacionales son determinantes.
En países como Francia, Bélgica, Hungría, Italia, España o Grecia, la brecha supera los 10 puntos porcentuales.
Al mismo tiempo, aumenta la proporción de trabajadores por cuenta propia, que ha subido en 25 de los 32 países de la OCDE durante la última década.
La OCDE pide a los poderes públicos mejoras en la formación de los trabajadores, en especial en zonas rurales, y en la eficiencia de las empresas.
Pese a las cifras, la organización considera posible conciliar las tecnologías con la creación de empleo de calidad y apunta que la economía social puede cobrar protagonismo como un pilar de las políticas de integración.
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