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Su modelo de negocio se basaba en anuncios en internet, así como el boca a boca. Así, un ciudadano de Móstoles consiguió hacerse un hueco en el mercado negro promocionando su lucrativo negocio. El lugar de trabajo era su propia casa, donde había montado un auténtico laboratorio para fabricar viagra.
Por si alguien no lo sabe, la viagra es la famosa pastilla azul utilizada para la disfunción eréctil y la hipertensión arterial pulmonar.
Se producían 5.000 pastillas a la hora
En este laboratorio situado en el municipio de Móstoles, se producían hasta 5.000 píldoras a la hora. Hasta el momento es el mayor descubierto hasta la fecha debido a su capacidad de producción.
Fue el pasado viernes 3 de mayo cuando el sujeto, que responde a las iniciales de A. G. B., fue detenido. La Guardia Civil del Puesto de Arroyomolinos lo pilló con las manos en la masa. En ese momento iba a recoger un paquete con las sustancias que le enviaban procedentes de Hong-Kong para elaborar el medicamento.
De acuerdo con el valor de la viagra en el mercado y el material requisado, podría haber obtenido 1,8 millones de euros.
El detonante
La historia de este taller clandestino se descubrió a raíz del paquete que recibió a su nombre. Procedía del citado país asiático y supuestamente contenía «productos de belleza». Fue la Unidad de Fiscal y Aeroportuaria del aeródromo madrileño Adolfo Súarez-Madrid Barajas la que sospechó del contenido de la mercancía.
Por ese indicio, la mercancía fue sometida a un análisis en los laboratorios aduaneros. El resultado fue que los «productos de belleza» resultaron ser citrato de sildenafilo, un componente químico vendido bajo la marca de viagra. De manera que los agentes especializados solicitaron a los agentes de Arroyomolinos la localización del destinatario del paquete. Así fue como dieron con este vecino residente en Móstoles que ya está detenido.
Unos días más tarde, el fabricante de viagra acudió a recoger el paquete y terminó detenido en el acto. Los agentes practicaron un registro domiciliario en el que fueron localizados más de 16 seis kilogramos de sustancias. Con ellas se hubiera podido fabricar 4.000 píldoras. Diez kilogramos eran citrato de sildenafilo y el resto, un compuesto de polvos azules para darle color.
Un plan muy bien pensado
Al parecer, el sujeto llevaba unos meses importando esta mercancía. Elaboraba la viagra de formar artesanal y sin ningún tipo de control sanitario. Pero lo tenía todo bien pensado. Para agilizar los trabajos, había adquirido a través de internet una máquina con capacidad para realizar 5.000 pastillas cada hora.
El detenido está acusado de un delito contra la salud pública pero quedó en libertad tras pasar a disposición judicial. Se investiga cómo vendía el producto: blister de 5, 10, 12 unidades y precios. Queda por saber cómo era la red clientelar, supuestamente, conocedora de los riesgos que corría al adquirir así el producto.
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