Cómo solicitar las ayudas a la Ley de Dependencia

Al igual que muchas otras ayudas, la Ley de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de Dependencia, también es un derecho en todo nuestro país. Existen muchas personas que no pueden valerse por sí mismas, por lo que resultan de gran ayuda para ellas.

¿Qué es exactamente la Ley de Dependencia?

Muchas personas mayores o con discapacidad no pueden valerse por sí mismas y necesitan de ayuda para su día a día. Para ello existe la Ley de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de Dependencia, más conocida como la Ley de Dependencia. Cualquier persona puede recurrir a ella, siempre y cuando cumpla con unos requisitos.

La Ley de Dependencia es un servicio y prestación que garantiza el derecho de los ciudadanos a la promoción de la autonomía personal y a la atención de aquellas personas que se encuentren en situación de dependencia. Cualquier administración pública está en la obligación de garantizar tanto el acceso público como las prestaciones económicas a estas personas con el fin de cubrir sus necesidades.

¿Qué requisitos se necesitan para optar a estas ayudas?

Para poder optar por la Ley de Dependencia y las ayudas que conlleva, debes cumplir con dos requisitos:

1. Que la persona solicitante se encuentre en una situación de dependencia estable, que sea reversible o no pueda cambiar a su estado anterior.
2. Hay que residir en una comunidad autónoma en la que se solicita la ayuda, además de haber residido en territorio español durante cinco años.

Las prestaciones de atención a la dependencia y servicios ofrecidos por la Ley de Dependencia se deben solicitar en la respectiva comunidad autónoma, ya que se incluye dentro de su ámbito de competencias.

La solicitud para disfrutar de la Ley de Dependencia y optar por una ayuda es necesaria que la realice una persona mayor, con discapacidad o con alguna enfermedad, así como un familiar, representante legal o la propia administración.

Para poder recibir las ayudas de la Ley de Dependencia solo tendrás que acudir a los servicios sociales municipales o los centros de atención primaria. Una vez allí, se encargarán de valorar la situación y ofrecer al paciente los trámites oportunos que debe realizar.

Los distintos grados de dependencia

La Ley de Dependencia establece tres grados de dependencia en función de las cuales se ofrecerá un tipo de ayuda y prestación. Estas son las siguientes:

• Dependencia Grado I: Dependencia moderada. Cuando la persona requiere de alguien de forma temporal, al menos una vez al día, para realizar cualquier actividad de la vida diaria.
• Dependencia Grado II: Dependencia severa. La persona necesita ayuda dos o tres veces al día, sin la necesidad de disponer de forma permanente de un cuidador.
• Dependencia Grado III: Gran dependencia. En este grado la persona necesita a alguien varias veces al día.

Una vez y se seleccione el tipo de grado de la persona, se modificarán los distintos servicios que se ofrecen: teleasistencia, ayuda a domicilio, centros de día, centros residenciales y prestación económica para la persona cuidadora.