Llantas averiadas, un peligro para todos

¿Conoces el riesgo que significa tener una llanta averiada? ¿Sabes la cantidad de accidentes que esto puede provocar? Si una de las llantas de tu coche está en malas condiciones, lo mejor que puedes hacer es repararla. Pero, ¿conoces cuáles son los tipos de reparaciones que se le hacen a una llanta?

Todo comienza con una evaluación previa, donde se verá en qué estado se encuentra. Luego de eso, se estudia cuál sería la reparación más adecuada para el problema que se presenta en este caso. Si quieres conocer qué deberías hacer en esta situación, entonces te invitamos a que sigas leyendo y te enteres un poco más sobre la reparación de llantas.

¿Cuándo se deberían reparar unas llantas?

Las llantas están expuestas todo el tiempo, razón por la cual suelen estropearse más rápido que ciertas piezas de un coche. La razón principal son los accidentes, los cuales son muy comunes y estos pueden dejar marcas, grandes o pequeñas, que terminen dañando la estética e incluso el funcionamiento de la llanta como tal.

Si hay un arañazo es más sencillo de reparar, pero sabemos de sobra que si hay un daño mucho mayor, ni siquiera podemos conducir por la ciudad. Terminaríamos dañando por completo el coche, recibiendo multas por todos lados o causando accidentes. La mejor opción es llevar a reparar tus llantas.

Evaluación de la llanta

Antes de optar por la reparación de llantas, necesitamos hacer una evaluación. Esta podemos hacerla nosotros mismos, ¿cómo evaluamos si una llanta aún funciona o necesita reparación? Te darás cuenta de que necesita reparación si la llanta:

• Está rota completa o parcialmente.
• Presenta un doblez o torcedura muy difícil de corregir.
• Se encuentra fuera del neumático.
• Está incompleta, le hacen falta piezas. 
• Dificulta o impide que el coche circule. No permite que el neumático gire cómodamente. (De ser así de grave, te recomendamos contratar una grúa).

Recuerda que lo primordial a la hora de reparar una llanta es garantizar la seguridad en la carretera, porque de nada serviría tener unas llantas bonitas pero poco útiles. Así que antes de ir a algún taller a reparar tus llantas, primero deberías conocer cuáles son los tipos de reparaciones que existen según el daño que estas tengan.

Pintar llantas: poco dinero, mucha estética

Partiendo desde lo más sencillo, tenemos la opción de pintar la llanta. ¿Por qué se dice que es la más sencilla? Pues este proceso solo se aplica cuando el problema no es tan grave, podría solucionar unos arañazos leves o poco profundos. Para esto una lijada y un par de capas de pintura dejarían como nueva la llanta de tu coche.

Reconstrucción de la llanta: ¿vale la pena?

Si tu problema pasa a otra escala, entonces lo mejor es no arriesgar con solo pintura. Como bien decíamos, la seguridad es lo más importante y una llanta llena de grietas no es nada segura. Si este es tu caso, entonces debes optar por reconstruir tu llanta, reparando así fracturas, fisuras y grietas relativamente profundas.

También funciona en caso de que se haya perdido una parte de la llanta. Para finalizar este proceso lo que se hace es tornear y pulir, así llamará más la atención cuando conduzcas.

En el caso de que estén mal, ¿debo reparar mis llantas o no?

Sí, debes repararlas, de lo contrario es probable que no puedas usar tu coche. Además, recuerda que no tener llantas en buen estado es equivalente a la inseguridad vial. Forma parte de nuestra responsabilidad como conductores mantener al día los vehículos que tenemos a disposición, reduciendo así las posibilidades de un accidente vial.

Algo que debes tener en cuenta, es que la reparación de llantas se lleva a cabo sin importar el coche, la marca, el modelo, material, color o el deterioro que esta tenga. Que no te detenga la duda ante este tipo de problemas. Hay que solucionarlo pronto, tanto por tu seguridad como por la de todos.