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Shanghái (China), 22 ene (EFE).- Alegrar y ambientar las oficinas con un bajo presupuesto es el objetivo de una empresa de la ciudad china de Shanghái que ha agregado las plantas con flores a la lista de cosas a compartir.
Como ya sucediera con otros productos, entre ellos balones de baloncesto, paraguas o las omnipresentes bicicletas, la compañía quiere ahora sumar las flores a la explosión de la economía compartida que se vive en China.
El periódico local Shine publicó hoy la historia de la compañía Fancy, que está poniendo en práctica un proyecto piloto por el que coloca máquinas que distribuyen macetas con flores en los edificios de oficinas.
Las máquinas tienen las plantas detrás de una puerta de vidrio, que se abre después de que el usuario, tras registrarse y pagar un depósito, escanea un código QR. Entonces toma la planta elegida.
Después, puede alquilar las plantas por 3 yuanes al mes (unos 5 centavos de dólar) y cambiarlas cuando lo desee, de modo que cualquiera que no sea bueno en el cuidado botánico puede simplemente devolverlas y tomar una nueva para que la compañía les de tratamiento.
La economía compartida, puesta en práctica gracias a las aplicaciones móviles o las nuevas tecnologías, se está convirtiendo en una forma de vida a la que recurren cada vez más personas en China, donde están naciendo centenares de empresas emergentes ("start-ups") que ofrecen variados servicios compartidos.
Es por ello que el Gobierno chino está apostando fuertemente por esta economía y ve a este sector como una fuerza que impulsa el crecimiento económico ya que, según proyecciones gubernamentales, la economía compartida contribuirá al 10 % de la producción económica de China para 2020, frente al casi el 3 % que supuso en 2015.
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