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L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), 13 nov (EFE).- Los patinetes eléctricos cada vez ganan más terreno en las grandes urbes y también han conseguido hacerse hueco en el encuentro de ciudades inteligentes Smart City Expo World Congress, cuya primera jornada ha estado protagonizada en gran parte por estos vehículos.
Desde primera hora, muchos de los que han acudido al recinto Granvia de Fira de Barcelona de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) han ido directos hacia el espacio que Seat ha habilitado para que los visitantes pudieran probar su primer patinete eléctrico, el eXS powered by Segway, que lanzará al mercado en diciembre con un precio de 599 euros y velocidad limitada a 25 km/h.
La inauguración del encuentro ha debido esperar hasta media tarde, cuando el presidente de la Generalitat, Quim Torra; el presidente del Parlament, Roger Torrent, y las alcaldesas de Barcelona y L'Hospitalet, Ada Colau y Núria Marín, respectivamente, han dado oficialmente por abierta la octava edición de la Smart City Expo.
Antes de dar el paseo oficial, que ha durado una hora y media, las cuatro autoridades se han parado en el espacio oval que ha habilitado el ayuntamiento hospitalense, donde se han tumbado para ver proyectadas en la cúpula iniciativas que tiene en marcha la ciudad.
También han participado en la inauguración la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera; los consellers de Políticas Digitales y Empresa, Jordi Puigneró y Àngels Chacón, y el consejero delegado de la asociación GSMA, John Hoffman.
La amplia comitiva tampoco se ha resistido al atractivo de los patinetes eléctricos, e incluso Torra se ha montado encima de uno, aunque no ha circulado con él.
Las normas que deben regular la circulación de estos vehículos son, precisamente, el centro de muchos de los debates sobre cómo debe ser la movilidad del futuro: por un lado, ayudan a descongestionar el tráfico y a reducir las emisiones de partículas contaminantes; por el otro, suman un nuevo elemento a compatibilizar con peatones, bicicletas, motos y coches.
En este sentido, ya son muchas las ciudades que han dado un paso adelante para fijar por dónde pueden circular estos vehículos: en el caso de Barcelona, por los carriles bici y por las vías donde la velocidad máxima no supere los 30 km/h.
Lo que por el momento no quiere regular ni la capital catalana ni el Área Metropolitana de Barcelona es el patinete eléctrico compartido, un servicio que ya está triunfando en otras ciudades españolas como Madrid o Zaragoza, pero que consideran que no está probado que disponga de suficiente demanda en la urbe barcelonesa.
Más allá de los patinetes expuestos en espacios como los de Seat, Urbaser y Estonia, a lo largo de la jornada también se han presentado otros proyectos relacionados con la movilidad, como el minibús con 16 horas de autonomía que probará TMB en los barrios de Barcelona, un taxi autónomo o aplicaciones dirigidas a facilitar el aparcamiento en grandes ciudades.
Los debates acerca de la movilidad se prolongarán durante los tres días del encuentro, que este año alberga la segunda edición del Smart Mobility Congress, con el lema "La movilidad que viene".
En conjunto, el Smart City Expo World Congress encara esta semana una edición "récord", en la que por primera vez ocupa dos pabellones, que suman 49.000 metros cuadrados por los que se pasearán representantes de 700 ciudades, casi 850 empresas y 400 ponentes.
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