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Un matrimonio rumano ha sido detenido por la Policía por traer desde su país a personas con discapacidad para ejercer la mendicidad en las calles de Madrid. Estas personas pedían limosna en semáforos, puertas de supermercados e iglesias durante jornadas de 12 horas en la zona de Avenida de América y Cuatro Caminos.
Esta mafia rumana les obligaba a sacar hasta 60 euros diarios. De lo contrario, eran golpeados y amenazados con herir a sus familiares en Rumanía.
Hasta 12.000 euros al mes ha ganado este matrimonio, según la investigación de los agentes de la UCRIF de la Brigada de Extranjería y Documentación de Madrid.
Cae mafia rumana en Madrid: Pedir en la calle tiene un precio
Esta tipo de mafia rumana presta dinero a sus compatriotas y les reparten por las esquinas y semáforos de las grandes ciudades, cobrándose después un interés altísimo de lo que ganan pidiendo. Sin embargo, esta vez han ido más allá, aprovechándose de las personas con discapacidad y la alta vulnerabilidad de dicho colectivo.
La Policía ha localizado a ocho víctimas de este matrimonio, aunque se sospecha que hay más personas atrapadas en esta red. Cuatro de ellos les denunciaron y han sido atendidos por una ONG especializada en afectados por estos delitos.
Algunas de estas personas nacieron con un destino marcado: el de la mendicidad
Sus propios familiares les provocan lesiones cuando eran niños para crecer con deformidades y poder recaudar más dinero de la caridad, según sospechan los investigadores. Todos los damnificados reclutados por esta mafia rumana tienen discapacidad física.
Eran captados en Rumanía por el matrimonio con falsas promesas. Cuando llegaban a Madrid los esclavizaron con jornadas maratonianas. Los alojaban, además, en pisos okupados o en tiendas de campaña situadas en descampados cercanos a la zona de Avenida de América de la capital.
El Mundo publica que las víctimas de esta mafia rumana aseguran que recibían constantemente amenazas por parte de los investigados, para asegurarse recibir su pago diario. Incluso en alguna ocasión, las amenazas se tornaron en agresiones físicas. El matrimonio utilizaba una furgoneta para repartir a las personas con discapacidad por la capital. A lo largo del día la pareja se paseaba por las zonas para controlarlos. Además, se pudo constatar, que el hijo menor del matrimonio formaba parte del entramado, realizando labores de vigilancia y control sobre los denunciantes.
¿Y qué ha pasado? La operación culminó el pasado día 10 de mayo con la detención de un hombre y una mujer, a los que se les imputan los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación para la mendicidad, amenazas graves y obstrucción a la justicia. Tras su paso a disposición judicial, el matrimonio quedó en libertad con cargos con una orden de alejamiento sobre las víctimas. No obstante, la investigación continúa en marcha por si se pudieran acusar.
Es fundamental concienciar a la sociedad sobre este problema y garantizar la protección de las personas con discapacidad. Todos debemos estar alerta y denunciar cualquier actividad ilegal que explote a los más vulnerables.
Estas bandas criminales son una realidad. Recogen a los mendigos en furgonetas en los sitios donde duermen y les reparten por diferentes zonas. Llevan sobre todo a menores, mujeres y personas con discapacidad, que son los más vulnerables. Los rumanos que trabajan en otras profesiones están cansados de este tema. No quieren que se les identifique con los que están robando y pidiendo en las calles.
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