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Tal y como apuntaba la Cumbre Alimentaria de la ONU, el sistema actual se enfrenta a grandes problemas: la subida de precios de los alimentos, la alteración de oferta debido a los conflictos, las restricciones del comercio y los sucesos naturales extremos, entre otros. Debido a esta situación, la malnutrición, el hambre y la pobreza no paran de crecer en las zonas más pobres del mundo, un hecho que se esconde tras la sombra de las grandes potencias.
El hambre y la obesidad, una contraposición mundial como consecuencia de la pobreza
Toda la situación que vivimos actualmente en el mundo proviene de un resultado de pobreza y malnutrición a lo que muchas potencias industriales y ricas, hacen oídos sordos. La ONU informó sobre la cantidad de personas que padecieron hambre durante el año de la pandemia, 2020, que asciende a los 811 millones de personas. Además, a esto se une la cantidad de casos de sobrepeso u obesidad. Todo ello bajo el mismo tema: la pobreza.
Las falsas ilusiones de la Agenda 2030 a la hora de apostar por un modelo sostenible hace que vivamos con medios de producción y alimentos suficientes, pero siempre mal distribuidos. A ello se le suma la climatología y demografía, que se unen reduciendo el margen de maniobra en otras zonas del mundo para acabar con la malnutrición y la pobreza.
La ausencia del Estado es la principal causa de la situación alimentaria actual
Uno de los peligros que acechan sobre la malnutrición y el sobrepeso es la ausencia del Estado y de las organizaciones supranacionales que estos componen. Por ello, es importante recuperar la iniciativa de gobierno en cuanto a los desafíos por la mejora de un futuro alimentario, ya que las muertes son cada vez mayores.
La pandemia ha provocado que los Estados abandonen la idea de pobreza y se centren en aspectos relacionados con la compra de vacunas con otros países o la necesidad de establecer conexiones con las grandes potencias. En este caso los Estados se unen para intervenir y financiar una salud global, ¿por qué no deberían hacerlo también con la malnutrición en otros países?
Entidades sociales trabajan en la igualdad relacionada con la malnutrición y la pobreza
El 1 de abril de 2016, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Decenio de las Naciones Unidas de Acción sobre la Nutrición 2016-2025. Este Decenio ofrece la oportunidad de luchar contra todas las formas de malnutrición, además de incluir los objetivos dentro de la Agenda 2030.
Encabezado por la OMS y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Decenio de las Naciones Unidas de Acción sobre la Nutrición hace un llamamiento para que se establezcan políticas de acción:
- Crear sistemas alimentarios sostenibles y resilientes a favor de dietas saludables.
- Proporcionar protección social y educación nutricional para todos.
- Armonizar los sistemas de salud y necesidades de nutrición y proporcionar cobertura universal de las medidas nutricionales esenciales.
- Velar por que las políticas de comercio e inversión mejoren la nutrición.
- Crear entornos seguros y propicios para la nutrición en todas las edades.
- Fortalecer y promover la gobernanza y la rendición de cuentas en materia de nutrición en todos los lugares.
Gracias a estos objetivos, y muchos otros, la OMS aspira a que desaparezca en el mundo todas las formas de mala alimentación y pobreza con el propósito de establecer salud y bienestar a todas las poblaciones del mundo, con sistemas alimentarios sostenibles y basados en una alimentación sana.
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