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Ana Ortiz, una valiente adolescente valenciana nacida sin su mano izquierda, ha recaudado más de 60.000 euros para costear una mano biónica a través de la venta de pulseras.
Ahora, el 29 de septiembre, presentará una asociación con el mismo nombre que su exitosa marca de joyas, 'Pero qué bonita eres'.
Un compromiso inspirador
Conocida como 'Anita' en las redes sociales, Ana está decidida a fundar esta asociación con el propósito de brindar a otros niños acceso a prótesis que no están cubiertas por la Seguridad Social.
En sus propias palabras, "Estoy superfeliz de poder celebrar la gala ‘Pero qué bonita eres’ en el Hotel The Westin Valencia en una tarde llena de emoción, elegancia y solidaridad".
Durante el evento, se llevará a cabo una subasta benéfica con piezas únicas y se sortearán joyas de la marca 'Pero qué bonita eres'. Ana está comprometida en hacer que esta gala sea especial y diferente, con la meta de proporcionar prótesis a muchos niños.
"Estoy trabajando muchísimo para que esta gala sea diferente, especial y estoy segura de que entre todos vamos a conseguir que ‘Pero qué bonita eres’ consiga prótesis para muchos niños".
Una adolescente multifacética
A sus 15 años, Ana es una luchadora incansable. Lo que comenzó como un proyecto modesto de joyería llamado 'Pero qué bonita eres' hace poco más de un año y medio ha ganado reconocimiento con el tiempo. Además de joyería, ha diseñado camisetas, fundas de gafas, bolsos y más, mientras equilibra sus estudios de secundaria y su amor por el atletismo.
A pesar de los desafíos, Ana no teme trabajar duro y espera que con un impulso adicional, pueda dar a conocer aún más su nuevo proyecto de la asociación.
Para esta chica de 15 años nunca ha habido obstáculos. “Llevar una mano biónica es una cosa normal, que no pasa nada”, dice. Sin embargo, desde hace unos meses, la falta de extremidad le provoca dolores de cadera y espalda y por eso necesitaba una prótesis. “Esto es algo que no es un capricho. Es para una calidad de vida, que yo creo que los niños tenemos derecho a tener esta calidad de vida”, expresa.
Por ello, con la venta de sus pulseras a través de Instagram consiguió dinero para esa mano biónica que no financia la Seguridad Social. “Sí financia las estéticas, que son como un plástico quieto y ya está”, aclara.
Cientos de miles de hogares españoles esperan por una intervención quirúrgica, una cita con un especialista o una prueba médica. Ni hablemos de una mano biónica o una prótesis.
En su último informe anual, de 2022, el Defensor del Pueblo hacía notar un incremento “notable” de las quejas recibidas por los retrasos para ser atendido “en consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas”. Los datos que facilitan las comunidades autónomas son los oficiales, pero no siempre muestran la realidad de la espera. Varias Consejerías han tenido que hacer frente a polémicas acerca de ese conteo. Por ejemplo, en Asturias, Podemos ha denunciado la existencia de “una lista de espera 'negra'” con 3.000 personas esperando a ser operadas tras haber rechazado ser derivados a un centro privado o concertado. El propio consejero de salud, Pablo Fernández, minimizó el problema asegurando que ya se advierte a los pacientes que rechazan la atención en estos recursos que “no podrán ser atendidos en el plazo previsto”.
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