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La investigación realizada por el 'V Estudio Marcas con Valores: La sostenibilidad antes el espejo' de la consultora especializada en sostenibilidad 21gramos, detalla los vínculos reputacionales y de confianza entre las compañías y la ciudadanía española.
Lo más destacado es que nos encontramos en un punto de polarización muy alto y el exceso de greenwashing, lo que se conoce como el 'eco postureo'.
Es por ello que dicho análisis profundo se centra en aquello que ciudadanos y empresas suponen, entienden y traducen como sostenibilidad.
Marcas con valores: ¿Qué estiman sostenible y como influye en los consumidores?
A través de una investigación sociocultural, se ha analizado qué toman los ciudadanos en cuenta de las marcas para validar a través de la compra los valores y el desempeño responsable de las compañías.
Según Marta González-Moro, CEO de 21gramos y directora de la investigación, “A pesar del contexto polarizado, los resultados del estudio son esperanzadores, aportan las claves para que las marcas y la ciudadanía, superen la infoxicación y la desinformación y vuelvan a construir un vínculo basado en valores, que nos permita avanzar hacia un nuevo modelo de consumo, en línea con los retos sociales y medioambientales que tenemos como sociedad”
El estudio, que se realiza desde 2015, establece tres perfiles de ciudadanos:
- Los consecuentes: aquellos que conocen el impacto de sus decisiones y avanzan en la transformación de sus hábitos de consumo. La máxima expresión del consumo consecuente, se denomina consumo responsable.
- Los conscientes: aquellos que también conocen sus impactos, conviven con sus dilemas, pero anhelan una mayor coherencia.
- Los reticentes: quienes no reflexionan sobre sus impactos ni compran bajo ese criterio.
Según el estudio de Marcas con Valores, los dos últimos años han registrado un aumento notable de consumidores consecuentes, seguido de los conscientes y los reticentes, por lo que se ve como la ciudadanía se encuentra con una mayor sensibilización con la sostenibilidad.
Asimismo, ocho de cada diez ciudadanos afirma que admiran a aquellos que practican un consumo consciente con el cuidado del planeta.
Pero la frustración también se hace notar en esta investigación, tanto en las marcas como en los consumidores, lo que los expertos denominan como procrastinación climática. La falta de motivación para hacer las cosas realidad y superar los retos medioambientales y sociales está muy presente.
Un factor positivo al respecto es el espíritu crítico que presentan los consumidores hacia la comunicación con las marcas, pues ocho de cada diez ciudadanos, según el análisis, reclaman información clara y transparente de lo que hacen las compañías.
Consumo consciente y autocrítico, que cabalga a la par con el compromiso y el remordimiento
El caso es que, según el análisis, existen obstáculos entre compañías y ciudadanos a la hora de establecer relaciones basadas en valores comunes, lo que se traduce en una falta de entendimiento a lo que se refiere en expectativas de ambas partes.
Por su parte, un 71 % de los ciudadanos reconocer que cambiar de hábitos por otros más sostenibles necesita de esfuerzos, y un 45 % reconoce que sus exigencias de satisfacción como clientes hace difícil la transición hacia la sostenibilidad, y un 79 % ve muy difícil que las marcas puedan abordar la transformación sostenible.
En la línea de la sostenibilidad del consumidor, lo bueno es que muchos de los ciudadanos han dicho sentir vergüenza o remordimientos ante la compra de bienes de forma compulsiva y poco responsable, pero al menos, la tendencia que hace que las marcas tomen medidas para mostrar y poner en práctica comportamientos éticos y sostenibles, conocida como Buycott, sigue cobrando una gran relevancia en el sector, algo sumamente positivo para nuestro planeta y nuestro futuro.
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