¿Qué hace que no ganemos masa muscular si hacemos ejercicio físico?

Si hacemos ejercicio físico de manera regular, debemos preguntarnos por qué no mejoramos nuestra masa muscular. La respuesta más obvia es que no estaremos haciendo bien las pautas de los ejercicios. Es muy habitual ver cómo algunas personas realizan diversas rutinas de ejercicio físico diarias, pero no consiguen que aumente su musculatura.

¿Cuáles son las causas por las que no aumenta la masa muscular?

La experta en nutrición deportiva, Lara Marín, ha explicado a través de su perfil de Instagram para 20Minutos, que hay personas que con una determinada genética que con poco ejercicio ganan mucha masa muscular. Sin embargo, otras se esfuerzan y no lo consiguen.  Uno de los motivos puede deberse a que la persona no esté realizando el ejercicio físico adecuado.

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"Pero cuando ese ejercicio está bien pautado y aun así no lo consiguen, tendremos que investigar qué más puede estar pasando". ¿Cuáles pueden ser las otras causas? Déficit de estrógeno, testosterona o ambos, resistencia a la insulina, problemas de tiroides, inflamación, disbiosis, descansar mal, mala alimentación y virus activos o reactivados.

Para ganar masa muscular también debemos cuidar nuestra alimentación

Además de hacer ejercicio para cuidar nuestro cuerpo y fortalecer nuestra masa muscular, debemos tener claro que alimentos nos benefician de cara a ingerirlos antes de hacer cualquier actividad física. Hay tres principales: proteínas, carbohidratos y grasas. Las proteínas son esenciales antes de ir al gimnasio. Sus beneficios van desde la formación, al mantenimiento de la masa muscular y la reparación de las fibras musculares. Algunas comidas ricas en proteínas incluyen el pescado, el pollo, los frutos secos, las legumbres, los huevos o la soja.

Es muy importante ingerir carbohidratos antes de realizar ejercicio físico ya que son la mayor fuente de energía. Si cabe mencionar que las cantidades deben ser mayores para los ejercicios cardiovasculares o de resistencia, más que para los ejercicios de fuerza. A partir de ahí diferenciamos entre carbohidratos simples y carbohidratos complejos. Los primeros se metabolizan más rápido, dando lugar a un incremento más súbito de la energía, mientras que los segundos son una fuente de energía a más largo plazo. Para los ejercicios de fuerza, estos últimos son los más deseables. Dentro de este grupo se encuentra mucha comida “integral” como la pasta, el pan o el arroz. Además, es muy recomendable la avena, las patatas  dulces o el brócoli. Dentro de este grupo también se encuentra el plátano, un alimento rico en potasio.

Los alimentos ricos en grasas también son beneficiosos aunque si se consumen en pequeñas cantidades. Debemos alejarnos de unas dietas ricas en grasas ya que siempre serán más difíciles de digerir. Hay que tener en cuenta que no todos los tipos de grasas son iguales ni tienen el mismo efecto en nuestro cuerpo. Antes de los entrenamientos y en general, sí debemos evitar las grasas saturadas. Las grasas más beneficiosas para nuestra masa muscular son las de los frutos secos y el aceite de oliva.