Y tú, ¿vas a seguir utilizando mascarillas en interiores?

Desde el pasado miércoles las mascarillas han dejado de ser obligatorias también en interiores. Existen algunas excepciones, claro, como el transporte público o los centros sanitarios. El impacto de ver a tu vecino en el supermercado sin mascarilla, o quedar con amigos en el centro comercial y que muchos de ellos (o todos) ya no la lleven, sin duda ha sido fuerte. No te sientas extraño si tu primer impulso fue querer regañarles por no llevarla, no nos vamos a engañar, llevamos mucho tiempo luchando contra esta pandemia como para olvidarnos de todo lo vivido.

Las mascarillas han sido una de nuestras herramientas más eficaz para evitar la propagación del virus. No fue fácil renunciar a las sonrisas, lidiar con las gafas empañadas o batallar contra los granitos, pero después de tantos esfuerzos cada vez estamos más cerca de recuperar nuestra ansiada normalidad.

Mi reino por unas mascarillas

Durante los primeros meses de pandemia, cuando aún no conocíamos la magnitud de aquello a lo que nos estábamos enfrentado, la información era escasa y el miedo abrumador, las mascarillas se convirtieron en la primera línea de defensa y en el bien más preciado. Se llegaron a pagar autenticas barbaridades por una FPP2, si es que la encontrabas, cada caja descargada de mascarillas en la farmacia desaparecía en cuestión de horas. Dos años mas tarde, muchos han estado deseando deshacerse de ellas para sentir que recuperamos del todo la normalidad de nuestro día a día.

Las redes sociales, como era de esperar, han inundado de infinitos memes, vídeos y comentarios sobre este momento tan especial. Se ha enfatizado en las muchas cosas que una mascarilla nos ayudaba a esconder, como una mueca, una cara poco agraciada o un bostezo inoportuno. Las risas y las bromas son buenas para ayudarnos a readaptarnos a este nuevo cambio.

Los cambios nos cuestan a muchos

Aunque no es tan fácil para todos adaptarse a esta nueva libertad. La pandemia ha sido un golpe muy duro para todos, especialmente en lo emocional y psicológico. Existe un gran numero de personas que aún tienen miedo o presentan ansiedad por la pandemia y ante la idea de dejar atrás las mascarillas. Es probable que para estas personas no sea tan sencillo abandonar la mascarilla

También es importante tener en cuenta a las personas perteneciente a grupos vulnerables a la enfermedad o a aquellos que la implementación de su uso les ha venido como anillo al dedo, como es el caso de las personas con alergias estacionales. Ahora que nos adentramos en la primavera, las mascarillas son útiles ante los pólenes malignos que acechan nuestras fosas nasales.

Ya sea porque aún siguen queriendo cuidar de las personas más vulnerables, porque tengan alergias o por que estén más guapo con mascarilla, lo más importante es respetar a aquellas personas que aún decidan llevar las mascarillas allí donde vayan.