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Casi tres años después de que estallara la pandemia, este miércoles dejó de ser obligatorio en España llevar mascarilla en el transporte público, además de en ópticas, ortopedias y centros auditivos. Con la publicación de esta medida en el Boletín Oficial del Estado (BOE), ya solo debe utilizarse de forma obligatoria en centros sanitarios, farmacias y para los trabajadores y visitantes de centros sociosanitarios... Sin embargo, hay quien se resiste a dejar de llevarla.
Las mascarillas ya no son obligatorias en el transporte público
Un nuevo día, pero no cualquiera. La vida de los españoles ha dado un paso más hacia la vieja normalidad prepandémica. Las mascarillas ya no son obligatorias en el transporte público. Un hito esperado por muchos y que "llega tarde", según otro tanto de los usuarios habituales del transporte público.
Para un gran número de personas se materializa una victoria en la guerra constante de la sociedad por recuperar lo que el covid arrebató: una vida sin restricciones ni mascarillas.
Se ven mascarillas por el suelo, en intercambiadores de buses, metro, y diversas papeleras. "¿Ya no hace falta mascarilla, verdad?" Se lleva el premio a la frase más repetida durante estos días.
Y la verdad, esto supone un alivio, sobre todo para el gremio de personas que trabajan en el transporte público que han tenido que lidiar cada día con quienes no la llevaban puesta.
Pese a todo, las mascarillas no han desaparecido de forma drástica en el paisaje del transporte
Y es que, estos dos días sin mascarillas obligatorias, al coger el metro en Madrid para ir a trabajar, nos ha sorprendido bastante que hay más mascarillas de las que nos pensábamos. ¿Puede que haya gente con ella puesta porque hay muchas personas resfriadas?, y les da vergüenza andar tosiendo y no tenerla puesta... Y, en efecto, la tos era la banda sonora del vagón.
Aquellos transportes como los trenes, los aviones y los autobuses, donde el uso de mascarilla era más estricto, han sido los lugares en los que más se ha notado la llegada de este día sin mascarillas.
Muchos ya se han despedido de las mascarillas y se han deshecho de ellas
Lo cierto es que es un alivio no tener que comprar más, era un gasto habitual innecesario. Usábamos una mascarilla al día, al final teníamos que comprar cada poco tiempo quirúrgicas para ir en el bus, y parece que no, pero, son pequeños granos de arena que al final se convierten en un gasto que ahí está.
Son varias las personas que acaban valorando como un pequeño ahorro positivo el hecho de no tener que comprar de forma recurrente mascarillas. Aunque también hay algunos que indican que tampoco va a influir en la economía de casa pero sí lo va a hacer en su salud, así que seguirán llevando mascarilla.
Y tú, ¿de qué grupo eres?
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