La maternidad también tiene un fuerte impacto en nuestras relaciones de amistad, incluso se convierte en un reto

Sin lugar a dudas la maternidad es un momento de la vida en una mujer en los que se generan grandes cambios. Partiendo de los físicos causados por el proceso del embarazo, el posparto y la posterior lactancia, pasando por todo tipo de nuevas necesidades emocionales, es más, se ha demostrado que la depresión posparto es mucho más común de lo que se creía. Sin embargo, la salud mental y la física no son las únicas que se resienten o cambian.

La vida social, nuestras relaciones y amistades, e incluso las relaciones laborales, también se ven afectadas por la maternidad. Aunque es cierto que es preciso matizar en este aspecto, ya que los cambios en, por ejemplo, nuestra vida social, pueden deberse a muchos factores como mudarse a una ciudad nueva, cambiar de intereses o prestarle más atención a nuestra pareja o al trabajo. Sin embargo, esto no significa que no haya algo que cambie en este sentido.

El impacto de la maternidad con respecto a nuestras amistades

Por supuesto que la maternidad no implica vivir encerrada en casa ni mucho menos, pero sí que es cierto que nuestros intereses y necesidades cambian. "Verdad de la buena es que las amistades cambian cuando te conviertes en madre.", reflexiona Adriana Abenia en su libro 'La vida ahora' donde habla sobre su experiencia como madre.

Añade además que: "En gran medida, eliges los amigos dependiendo de si puedes seguirles o no el ritmo. Algunos se descalifican solos y los tachas de la lista porque pisan el freno ante la inmediatez de cualquier encuentro en el que haya babas y sonajeros (cosa que puedo entender porque yo estaba en ese bando). Los más íntimos suelen ser fieles y se adaptan a las nuevas circunstancias", remarca la autora.

Pero no solo lo dicen las experiencias empíricas, también la ciencia avala ciertas diferencias una vez llegada la maternidad. Así lo recoge una investigación publicada en la revista científica 'Demographic Reasearch', en la que se estudió la forma en la que la edad que tuviesen los padres a la hora de tener hijos se relacionaba estrechamente con sus relaciones personales, llegando a la conclusión de que las amistades "normalmente disminuyen después de que se convierten en padres".

Para la madre más que para el padre

Como no podía ser de otra manera, en cuestiones de maternidad también existe un sesgo de género, el mismo que la periodista, socióloga y madre, Esther Vivas, ha estado investigando a través de la perspectiva de género y cómo las amistades se ven afectadas dependiendo si eres madre o padre.

"La maternidad influye de manera más contundente en la experiencia de las mujeres", señala y sobre esta premisa asegura que los padres no suelen estar tan implicados en la crianza de los hijos, por lo que tienen a mantener por más tiempo sus relaciones de amistad al dedicarles algo más de tiempo que el que puede dar una mujer con todo el peso de la crianza.