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Londres, 25 feb (EFE).- El Reino Unido afronta una semana crucial ante el inicio de la nueva fase de las negociaciones del "brexit", centrada en el periodo de transición y la futura relación comercial, con discursos de la primera ministra británica, Theresa May, y el líder del principal partido de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn.
De cara a la intervención del izquierdista mañana lunes y de la conservadora el viernes, las dos formaciones comenzaron hoy a delimitar sus posiciones sobre el tipo de relación que quieren tener con la Unión Europea tras su divorcio definitivo, previsto para marzo de 2019.
Después de meses de ambigüedad, Corbyn parece dispuesto a decantarse por un "brexit" blando, que permita al Reino Unido mantenerse, al menos, en la unión aduanera, lo que ya supone un giro en la política de la agrupación laborista.
Su portavoz para el "brexit", Keir Starmer, aseguró hoy que el grupo parlamentario laborista respalda "unánimemente" la nueva estrategia, con la que apuesta por negociar un nuevo acuerdo comercial con la UE tras su separación.
Corbyn dará mañana más detalles al respecto en su esperada intervención, en la que recordará que la UE "no es la raíz de todos nuestros problemas", aunque el "brexit" tampoco los "resolverá", según extractos del texto difundidos hoy.
"La verdad es más sencilla y está en nuestras manos. El 'brexit' será lo que hagamos de él juntos, de las prioridades y opciones que tomemos en las negociaciones", destaca el veterano líder laborista.
El Gobierno de May, por contra, quiere un "brexit" duro, para sacar al país la unión aduanera y el mercado único, pero, según algunas informaciones, aspira también a mantener acuerdos especiales con el club comunitario para ciertos sectores económicos y asegurar así una relación comercial "fluida" tras el divorcio.
Bruselas ha advertido de que Londres no puede obtener un "brexit" ni un "mercado único a la carta" y espera que May aporte más claridad al respecto en el discurso que pronunciará el próximo viernes, cuya hora y lugar no están aún confirmados.
Ambas partes prevén empezar el próximo mes una nueva fase de las conversaciones, centrada en el periodo de transición, que la UE quiere que termine en diciembre de 2020 pero que el Reino Unido prefiere que sea en marzo de 2021.
Hasta entonces, May deberá superar importantes escollos domésticos, como una enmienda planeada por un grupo de diputados conservadores -partidarios de la permanencia en la UE- a un proyecto de ley del Gobierno sobre comercio, en la que se pedirá que el Reino Unido continúe en la unión aduanera después del "brexit".
La votación de esa enmienda estaba programada para la próxima semana, pero se ha retrasado: "Queremos convencerlos de la validez de nuestros argumentos" para abandonar la unión aduanera, explicó hoy el ministro de Comercio Internacional, Liam Fox.
Fox recordó que solo la salida completa de los espacios económicos comunitarios permitirá que el Ejecutivo firme acuerdos comerciales con otros países tras el "brexit".
A este respecto, Starmer concedió que ese escenario se podría revertir después, cuando Londres, ya fuera del club comunitario, negociaría un nuevo tratado con la UE, un acuerdo, dijo, que "funcionaría como una unión aduanera".
El portavoz laborista opinó que esa opción sería, además, respetuosa con la decisión tomada por el electorado británico en el referéndum sobre el "brexit" celebrado el 23 de junio de 2016.
Asimismo, indicó que el liderazgo de su partido no ha valorado aún si apoyará la citada enmienda, redactada por los tories rebeldes, que, en caso de prosperar, podría provocar la caída del Gobierno y la convocatoria de unas elecciones generales anticipadas.
Starmer sostuvo que May no tiene una mayoría parlamentaria para respaldar su decisión de abandonar la unión aduanera, por lo que "tarde o temprano" tendrá que hacer frente a una "votación decisiva" sobre este asunto.
Sus palabras coinciden con la publicación hoy en el dominical "The Observer" de una carta firmada por más de 80 parlamentarios, eurodiputados y dirigente sindicales laboristas que piden a Corbyn que "vaya más lejos" y reafirme su apoyo a la opción de mantener al país dentro del mercado único y la unión aduanera.
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