Un día crucial para luchar contra el melanoma y sus consecuencias

El 23 de mayo es el Día Mundial contra el Melanoma, destinado a crear conciencia sobre este cáncer de piel y la importancia de detectarlo temprano. El melanoma constituye el 4 % de los cánceres cutáneos y su incidencia ha aumentado globalmente en las últimas décadas.

23 de mayo: Día Mundial contra el Melanoma

Cada 23 de mayo se erige como un día crucial para concienciar sobre el melanoma, un tipo de cáncer de piel de alta gravedad, y resaltar la importancia de su detección temprana. En la actualidad representa el 4 % de todos los tumores malignos de la piel, su incidencia ha ido en aumento en todo el mundo durante los últimos 25 años, lo que subraya la necesidad imperiosa de educar a la población sobre esta enfermedad.

El melanoma se origina en los melanocitos, las células responsables de producir melanina, el pigmento que otorga color a la piel. Cuando estos melanocitos se vuelven cancerosos, se forman tumores malignos que, si no se tratan a tiempo, pueden tener consecuencias fatales. 

Por lo tanto, es crucial prestar atención a cualquier cambio en lunares existentes o la aparición de nuevos, ya que pueden ser señales de alerta temprana.

Existen varios factores inciden en el desarrollo del cáncer de piel, entre ellos, la exposición prolongada a la radiación ultravioleta (UV) del sol o camas solares, la edad (siendo más común en adultos entre 30 y 60 años), el género (aunque la incidencia es similar en hombres y mujeres, la ubicación de las lesiones puede variar), y la predisposición genética o antecedentes familiares.

La prevención desempeña un papel fundamental en la lucha contra el melanoma. Esto incluye medidas como evitar la exposición excesiva al sol, especialmente durante las horas pico de radiación UV, y usar protector solar de manera regular y adecuada. Además, es importante realizar autoexámenes periódicos de la piel y consultar a un dermatólogo ante cualquier cambio sospechoso.

¿Cuáles son los síntomas que debemos tener en cuenta?

Existen algunos síntomas clave a tener en cuenta para detectar posibles melanomas en la piel:

• Cambios en el tamaño, forma, textura o color de lunares existentes.
• Aparición de nuevos lunares.
• Sensación de comezón, dolor, ulceraciones o sangrado en algún lunar.

Para identificar señales de advertencia, aplicamos la regla "ABCDE" a los lunares existentes:

• Asimetría: la forma del lunar es desigual.
• Borde: los bordes son irregulares, dentados, desiguales o borrosos.
• Color: múltiples tonos como negro, marrón y tostado, junto con áreas blancas, grises, rojas o azules.
• Diámetro: generalmente mayor a 6 milímetros (mm) o en aumento.
• Evolución: cambios en tamaño, forma, color o aspecto, o crecimiento en un área de la piel previamente normal.

La importancia de tomar medidas y concienciar a la población

Para prevenir este tipo de cáncer, es esencial tomar medidas proactivas y estar atento a cualquier cambio en la piel que pueda indicar la presencia de esta enfermedad. Ante la detección de cualquier alteración en lunares existentes o la aparición de nuevos, se recomienda encarecidamente buscar atención médica especializada, preferiblemente de un dermatólogo. 

Este profesional podrá realizar un examen minucioso de la piel y, si es necesario, proceder con una biopsia para obtener una muestra de tejido cutáneo que se analizará en un laboratorio.

Además, es fundamental adoptar prácticas de protección solar efectivas para reducir el riesgo. Esto incluye evitar la exposición prolongada al sol, especialmente durante las horas en que la radiación ultravioleta es más intensa, típicamente entre las 12 y las 16 horas, incluso en días nublados. 

El uso de barreras físicas, como sombrillas, sombreros de ala ancha y gafas de sol, así como prendas de vestir que cubran la piel, como camisetas de manga larga, también puede ayudar a minimizar la exposición directa al sol.

Asimismo, es importante seleccionar y aplicar correctamente protectores solares que ofrezcan una protección adecuada contra los rayos UVA y UVB. Estos productos deben adaptarse a nuestro tipo de piel y aplicarse sobre todas las áreas expuestas de la piel. Es importante repetir el proceso cada dos horas o después de nadar o sudar intensamente.

Mantenerse bien hidratado bebiendo suficiente agua también es crucial para proteger la piel y prevenir la deshidratación, especialmente durante la exposición al sol.

Además, realizar autoexámenes regulares de la piel puede ayudar a identificar cambios sospechosos en los lunares o cualquier otra lesión cutánea. Siempre es recomendable compartir información relevante sobre la prevención del melanoma con amigos, familiares y conocidos para aumentar la conciencia sobre esta enfermedad y promover prácticas saludables de cuidado de la piel.