El MeToo llega al mundo del fútbol

El MeToo es un movimiento social que existe en Estados Unidos desde 2014. Una de las jugadoras de los Portland Thorns FC se desvaneció en el campo y, poco después se levantó por su propio pie. Al examinarla de manera más exhaustiva la diagnosticaron migrañas. Sin embargo a raíz de todo lo ocurrido con Sinead Farrelly, The Athletic, periódico deportivo en EE.UU. por excelencia decidió investigar y llegaron a la conclusión de que no era la primera vez que Paul Riley tenía situaciones que esconder. Entre ellas, se encuentran abusos sexuales, manipulación y control sobre sus vidas privadas.

Ante estos hechos, una de las jugadoras más reivindicativas, Megan Rapinoe, ha sido clara con su mensaje: “A todos los que en posición de poder dejaron que esto pasara, lo escucharon y lo desestimaron, contrataron a este monstruo con cero repercusiones: sois monstruos, podéis entregar vuestras dimisiones inmediatamente”.

MeToo: Parón al comenzar la jornada

Los partidos de hace dos jornadas comenzaron sin problema. Sin embargo, en el minuto 6, se pararon todos los encuentros con la camaradería del público y el acuerdo de los clubes. Abrazadas y emocionadas, pusieron el foco en los seis años que sus compañeras permanecieron en silencio, con miedo a expresar el horror que habían vivido. A través de un comunicado al más propio estilo MeToo, exigieron a la prensa preguntar exclusivamente sobre este problema, y lanzaron un órdago a las instituciones.

Esa acción ha saltado hacia Venezuela y Australia. De hecho, una jugadora de la Liga Ellas, la atlética Deyna Castellanos, ha sufrido abusos por parte de su seleccionador. “Asumí que este ambiente machista y desagradable para la mujer era el precio que tenía que pagar por ser profesional”.

¿Qué dos acciones inmediatas se han desencadenado en el fútbol estadounidense?

Además de cesar de manera inmediata a Paul Riley por los desagradables incidentes, también ha caído Lisa Baird. La comisionada de la liga niega cualquier tipo de implicación. Cuando llegó en 2020 afirma que se encontró con el caso cerrado. Ante la negativa de responsabilidad de Baird, Morgan publicó correos electrónicos bajo la etiqueta MeToo en los que Farrelly le mostraba su 'preocupación' por la seguridad de las jugadoras en base a una experiencia omitida por la propia liga. La respuesta fue que ahora estaban activando protocolos para denuncias, agradeciendo el contacto a la jugadora. “Gracias por tu email, te deseo lo mejor”.

A estas caídas se unen el despido del técnico del Washington Spirit y la dimisión de su CEO. “No podemos recuperarnos de todo lo que hemos descubierto este año. Bajo tu liderazgo, la confianza en la organización se ha roto”. Las jugadoras han pedido que sea Michelle Kang, la copropietaria quien se ocupe del club porque ella mira por el bien de las jugadoras.

El MeToo, un movimiento internacional, ha llegado también a Australia, donde la Federación ha abierto una investigación después de los testimonios narrados por varias exjugadoras en los medios de comunicación, espoleadas por sus compañeras norteamericanas. Primero fue la segunda máxima goleadora histórica de las ‘Matildas’, Lisa de Vanna, quien alertó de que ese ambiente tóxico también lo encontró entre compañeras cuando se iniciaba en el fútbol.