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El Metro de Madrid, con 13 líneas principales, tres de metro ligero y más de 300 estaciones, es uno de los sistemas de transporte subterráneo más grandes y antiguos del mundo. Con una extensión de 295 kilómetros y un tráfico anual de más de 715 millones de viajeros, es la cuarta red de metro en cuanto a extensión y número de estaciones, solo superado por Nueva York, Londres y Moscú. Sin embargo, bajo su superficie se esconden muchas curiosidades que pocos conocen. A continuación, te contamos algunas.
El Metro de Madrid: curiosidades Bajo Tierra
El Metro de Madrid es uno de los sistemas de transporte subterráneo más importantes del mundo, con 13 líneas principales, tres de metro ligero y más de 300 estaciones.
El metro no es solo un medio de transporte, sino también una cápsula del tiempo que guarda secretos sobre la historia de la ciudad. Cada viaje es una oportunidad para descubrir un poco más de este fascinante mundo subterráneo. Son las siguientes:
Inauguración real
El 17 de octubre de 1919, se inauguró el Metro de Madrid, un proyecto impulsado por el rey Alfonso XIII, quien se convirtió en el principal financiador. El monarca recorrió el primer trayecto del metro en un vagón que aún se conserva en la estación de Chamartín, y la compañía que lo construyó fue llamada “Compañía Metropolitano Alfonso XIII”.
Durante la foto inaugural, el rey apareció con los ojos cerrados, por lo que se optó por retocar la imagen pintando sus ojos, lo que resultó en una imagen curiosa.
Innovación en seguridad
El Metro de Madrid fue el primero en instalar la catenaria sobre los trenes, un sistema que coloca los cables de alta tensión en el techo, evitando así el riesgo de electrocución en caso de caídas a las vías.
Esta innovación fue adoptada más tarde por otros sistemas de metro del mundo, convirtiéndose en un estándar de seguridad que salva vidas cada año.
Estaciones fantasma
El metro alberga varias estaciones fantasma, cerradas por diferentes motivos. Una de las más famosas es Chamberí, inaugurada en 1919 y clausurada en 1966. Esta estación se conserva como un museo y permite a los visitantes retroceder en el tiempo para ver cómo era el metro en los años 50 y 60.
Otra estación, Arroyofresno, estuvo cerrada durante 20 años desde su construcción en 1999 debido a la falta de desarrollo urbano en la zona. Fue reabierta en 2019.
Circulación por la izquierda
Una característica peculiar del Metro de Madrid es que sus trenes circulan por la izquierda. Aunque se asocia con la influencia del metro de Londres, la razón de esta elección se encuentra en las decisiones tomadas en los primeros años del metro. En ese tiempo, cada municipio elegía el sentido de circulación, y Madrid optó por la izquierda.
A pesar de que en 1924 se estableció la circulación por la derecha en el resto de España, el metro de Madrid decidió mantener el sentido original debido al alto coste de adaptar la red.
Descubrimientos arqueológicos
Durante las obras del metro, se han realizado importantes descubrimientos arqueológicos. En la estación de Carpetana, se encontraron fósiles de la era del Mioceno, como rinocerontes y felinos.
Además, en la estación de Tirso de Molina se hallaron restos humanos de un antiguo convento. Los obreros decidieron esconder los huesos entre los azulejos, lo que permitió que permanecieran ocultos a los pasajeros.
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