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En el mercado laboral de España, se presenta una situación desconcertante. A pesar de que existen tres millones de personas desempleadas, aproximadamente un tercio de las empresas reportan dificultades para encontrar trabajadores.
Esto plantea un enigma: ¿cómo es posible que, a pesar de tener una de las tasas de vacantes más bajas en la Unión Europea, los empresarios se quejen de la escasez de personal para cientos de miles de puestos de trabajo?
¿Soluciones? Por un lado, el sector encabezado por José Luis Escrivá propone incentivar la inmigración como solución para cubrir estas vacantes laborales. Por otro lado, el grupo liderado por Yolanda Díaz, en colaboración con los sindicatos, aboga por mejoras en las condiciones laborales y muestra escepticismo respecto a la migración como la única solución.
El empleo es una parte fundamental en el proceso de integración de una persona migrante
Encontrar un empleo puede ser la puerta de entrada a la inclusión en la sociedad de recepción, a la participación en su vida social y al acceso a una vivienda y a unas condiciones de vida dignas. Sin embargo, los datos muestran una realidad desfavorable en cuanto al empleo y la calidad de este de los migrantes. Hoy en día, contar con un empleo no garantiza evitar las situaciones de vulnerabilidad a la exclusión.
La contratación de una persona migrante se hace de forma masiva a través de contratos temporales, que suponen un 95 %, frente al 5 % de indefinidos. En este caso, hay una ligera ventaja para las mujeres extranjeras, ya que firman más contratos indefinidos que los hombres. La tasa de contratos indefinidos que firman las mujeres extranjeras es del 6 %. Ello se debe a que la mayoría de los hombres se dedica a tareas del campo, que son estacionales.
Las empresas dicen que falta gente, pero no dicen dónde, cuándo cómo y por qué
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha anunciado su intención de facilitar la regularización de los migrantes que se formen en ocupaciones donde hay falta de personal. Esta medida, conocida como "arraigo para la formación", se implementó el verano pasado y ahora se flexibilizará aún más.
Esta iniciativa se suma a un paquete legislativo presentado en julio del año pasado, que tiene como objetivo facilitar la incorporación de extranjeros al mercado laboral. Dentro de este paquete, se decidió promover también la contratación en origen, que permite a los empleadores contratar directamente personal en otros países para cubrir puestos de trabajo difíciles de llenar en España. Esta práctica se utiliza comúnmente en la contratación de trabajadores temporales, como en el caso de la recolección de fresas en Huelva o la fruta en Lleida. Con la reforma propuesta por Escrivá, se busca ampliar la lista de ocupaciones con dificultades de cobertura y extenderla a sectores económicos con problemas, como la hostelería o la construcción.
Sin embargo, esta política de migraciones ha generado discrepancias dentro del Ministerio de Trabajo y entre los sindicatos. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, rechaza vincular directamente la migración con la falta de empleo y hace hincapié en la importancia de mejorar las condiciones laborales. "España tiene 2,7 millones de personas desempleadas y debemos enfocarnos en brindarles formación", afirmó Díaz cuando se le consultó sobre este tema. A pesar de ello, Díaz se muestra a favor de las regularizaciones en general, sin relacionarlas directamente con las necesidades económicas.
Los sindicatos también expresan su posición en la misma línea. Tanto UGT como CC OO no rechazan las regularizaciones por esta vía, pero advierten sobre el riesgo de vincularlas exclusivamente a la falta de personal. "Debemos analizar por qué no se cubren esas vacantes y si las condiciones laborales son adecuadas. Las empresas dicen que hay escasez de personal, pero no especifican dónde, cuándo, cómo ni por qué. Además, tenemos tres millones de desempleados a quienes podríamos estar formando", comenta Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT, en una conversación con 20minutos. La líder sindical destaca que entre los desempleados también hay españoles y extranjeros a quienes se les debe dar una oportunidad de trabajo.
¿Existe un problema de vacantes en España?
La falta de acuerdo entre sindicatos y el Ministerio de Trabajo ha planteado dudas sobre la generalización del problema de las vacantes, tal como lo sostienen los empresarios. Además, los datos disponibles presentan contradicciones. Por un lado, la encuesta trimestral realizada por el Banco de España revela que el 35 % de las empresas ha experimentado impactos negativos en su actividad debido a la falta de mano de obra. Este porcentaje se ha duplicado desde el inicio de la pandemia y llega al 50 % en sectores como la hostelería y la construcción.
Sin embargo, los datos sobre vacantes proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recopilados por Eurostat a nivel europeo apuntan en dirección opuesta. Según las estadísticas del INE, la proporción de vacantes en relación con la población activa en España es solo del 0,9 %, en comparación con el promedio del 3,1 % en la eurozona.
Cuando se les consultó sobre este tema, las asociaciones empresariales de la construcción y la hostelería afirmaron que la falta de personal es un problema real. Las empresas constructoras señalan dificultades para encontrar perfiles altamente cualificados, como jefes de obra, así como escasez de albañiles, encofradores, carpinteros y operarios de maquinaria, según Pedro Fernández Alén, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC). Fernández agrega que en España hay casi tres millones de desempleados y también hay migrantes irregulares que podrían integrarse en puestos de trabajo que carecen de personal. Si eso no fuera suficiente, sería adecuado considerar la posibilidad de contratar trabajadores extranjeros. La CNC estima que el sector necesita medio millón de trabajadores a corto y medio plazo.
Por su parte, la Confederación Empresarial de Hostelería de España indica que este verano no podrán cubrir entre 50.000 y 70.000 puestos de trabajo debido a la falta de mano de obra. Emilio Gallego, secretario general de la confederación, destaca que los problemas de escasez se concentran especialmente en las zonas del interior, pero también se esperan vacantes en destinos turísticos como la Costa del Sol, la Costa Brava y las Islas Baleares. "Muchos establecimientos no podrán abrir completamente el comedor o la terraza simplemente porque no tienen personal", afirma.
¿Cómo es posible que haya vacantes con tanto desempleo?
Es importante tener en cuenta que de esos tres millones de desempleados, 1,2 millones llevan más de un año sin trabajo, lo que los clasifica como parados de larga duración. Además, dentro de este grupo, los trabajadores mayores de cincuenta años representan una proporción significativa.
Asimismo, la cualificación de los desempleados no siempre coincide con las demandas de las empresas con vacantes. Además, 560.000 parados en España no han completado la educación secundaria, lo que dificulta su capacitación para ocupar puestos en sectores que requieren habilidades técnicas.
La movilidad geográfica también es un factor a tener en cuenta. Las regiones con más vacantes no siempre son las mismas con mayores tasas de desempleo. Según los datos del INE, en España hay ocho parados por cada vacante en Castilla y León, mientras que en Extremadura la proporción es de 63 parados por cada puesto sin cubrir.
Se abre un debate sobre la mejor forma de abordar el problema
Como decíamos, mientras algunos consideran que la inmigración puede ser una respuesta efectiva para suplir la falta de personal, otros argumentan que es necesario priorizar las mejoras en las condiciones laborales y garantizar que los empleos ofrecidos sean atractivos y dignos para los trabajadores.
En definitiva, el mercado laboral español enfrenta un desafío complejo que requiere encontrar un equilibrio entre las necesidades de las empresas y los derechos de los trabajadores. Es fundamental buscar soluciones que promuevan un empleo de calidad y fomenten una economía sólida y equitativa para todos.
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