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Según Naciones Unidas, entre 1999 y 2020, más de 143.000 personas perdieron la vida a causa de minas antipersonales y otros artefactos terrestres. Destacan que la fabricación de un artefacto de este tipo puede costar tan solo un dólar, mientras que el proceso de eliminarlo del terreno puede multiplicar ese coste por mil.
Con motivo del Día Internacional de Información sobre el Peligro de las Minas y de Asistencia para las Actividades Relativas a las Minas, la ONU proporciona estos datos. El jueves anterior se celebró bajo el lema "Proteger vidas, construir paz", destacando que "los restos explosivos de guerra y los artefactos explosivos improvisados continúan siendo causa de muertes y traumas, especialmente en situaciones de conflicto armado".
Una víctima cada hora por minas o artefactos explosivos
Según Naciones Unidas, "en promedio, una persona muere o resulta herida por un artefacto explosivo de este tipo cada hora". "Entre las víctimas, hay muchos niños. El uso de artefactos explosivos improvisados se ha extendido, aterrorizando a la población civil y representando una amenaza para los agentes humanitarios, las misiones y el personal de las Naciones Unidas", añaden.
Este año, el enfoque de la atención del Servicio de Actividades relativas a las Minas de las Naciones Unidas (UNMAS, por sus siglas en inglés) se centra en la concienciación sobre las necesidades y derechos de todas las personas con discapacidad en situaciones de conflicto y consolidación de la paz. En este sentido, se retoma la resolución 2475 del Consejo de Seguridad de la ONU, en su quinto aniversario, la cual insta a los Estados miembros y a los miembros del Consejo de Seguridad a proteger a las personas con discapacidad, asegurar su acceso a la asistencia y promover su inclusión en la prevención de conflictos y en la consolidación de la paz.
Naciones Unidas destaca que se han eliminado más de 55 millones de armas antipersona almacenadas entre 1999 y 2022
El secretario general de la ONU, António Guterres, señala que "las minas terrestres, las municiones explosivas y los restos de guerra representan una amenaza directa para millones de personas atrapadas en conflictos armados en todo el mundo, desde Afganistán, Myanmar y Sudán hasta Ucrania, Colombia y Gaza".
"Incluso después de finalizados los combates, estos artefactos mortíferos siguen contaminando las comunidades durante décadas, exponen a mujeres, hombres y niños a un peligro diario y mortal, y bloquean la ayuda humanitaria y la asistencia para el desarrollo, que son vitales" agregó el secretario.
Guterres destaca que el personal de las Naciones Unidas, involucrado en actividades relacionadas con las minas, trabaja valientemente junto a sus aliados para eliminar estas armas letales, asegurar la libre circulación de las personas en sus comunidades con seguridad, brindar educación y evaluaciones de amenazas para proteger a la población y a los trabajadores humanitarios. "País por país, comunidad por comunidad, liberemos al mundo de estas armas de una vez por todas", concluye.
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