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Empezamos a ser cada vez más conscientes de una realidad que, aunque queramos, es innegable: los recursos y las materias primas de la naturaleza, no son inagotables. Con el sistema de explotación y consumo que tenemos actualmente, resultará cada vez más complicado acceder a estos recursos. Por eso propuestas como la 'minería urbana', la introducción de nuevos materiales, el incentivo a consumir de forma más responsable, y en definitiva, activar una economía circular, sobre todo en las ciudades, se muestran como los principales caminos a seguir.
Zaragoza ha recibido en estos días el IV Congreso Nacional de Gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), en la que se han dado encuentro más de 360 profesionales de distintos sectores, para abordar la alta demanda de recursos de las ciudades y proponer fórmulas para una mejor gestión. La minería urbana ha sido una de las protagonistas de las diferentes mesas redondas, en las que se han puesto en común ideas y conocimientos.
La 'minería urbana' como recurso
Cuando hablamos de minería urbana, nos referimos a un tipo de reciclaje muy concreto: el de los aparatos electrónicos. De ellos se puede reutilizar materiales difíciles de extraer o escasos, como es el caso de los metales (oro, cobre, etc.) o los conocidos como metales raros, especialmente utilizados en los dispositivos electrónicos modernos. Por este motivo la minería urbana está cobrando cada vez más fuerza como parte de sistemas de economías circulares.
Comunidades como la de Aragón, encabezan la labor de minería urbana en España. Concretamente, durante 2021, los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor de Aparatos Eléctricos de la Oficina de Coordinación, una estructura que representa al rededor del 95 % de la recogida de residuos electrónicos, llegaron a recolectar 9.200 toneladas de residuos domésticos. Unas importantes cifras, que se espera vayan mejorando en estos próximos años.
“Ahora mismo recogemos cantidades superiores a 300.000 toneladas al año. El objetivo legal de recogida se sitúa en el 65% sobre el total de lo que se vende, y estamos muy cerca de conseguirlo”, comentaba Juan Carlos Enrique, Director General de AMBILAMP y Presidente de OfiRaee, durante su ponencia. Sin duda, este es un claro ejemplo de que este tipo de prácticas para la reutilización de residuos puede ser más que útil y rentable para los procesos de sostenibilidad.
El papel de la economía circular
La necesidad de transformar las ciudades y las comunidades en espacios más sostenibles, ha hecho que diversos proyectos como el de la minería urbana, ganen relevancia y funcionen como herramientas para conseguir una economía circular, que permita que, tanto la producción como el consumo, sean más sostenibles. Solo en Aragón ya existen más de 8.000 empresas que realizan actividades relacionadas con la generación de un tejido que promueve la economía circular, que tiene como principal objetivo el de reducir a cero los residuos y de esta manera, menguar su impacto medioambiental.
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