Ni cáncer ni enfermedades, estos son los mitos del Wifi que la ciencia desmiente

Seguramente no sea la primera vez que oyes aquello de "no duermas con el móvil junto a la cama", o aléjate de las antenas y los microondas. Y es que las ondas electromagnéticas, y en la actualidad el Wifi, llevan siendo objeto de demonización mucho tiempo, aunque sin una sólida base científica. Su supuesta relación con el desarrollo de ciertas enfermedades como el cáncer u otro tipo de dolencias, son más que infundadas, pero no lo decimos nosotros, sino la ciencia.

Alberto Nájera, investigador, físico y doctor en Neurociencia, aborda con detalle todos aquellos mitos y leyendas que surgen entorno a las ondas electromagnéticas, que podemos encontrar en electrodomésticos como el microondas de casa, el router del Wifi o las antenas de telecomunicaciones. En una entrevista para el medio escrito de TeleCinco, se avalaba en datos y evidencias científicas para desmentir y aclarar ciertas ideas erróneas sobre estos aparatos.

Mitos y leyendas sobre el Wifi y otros aparatos con electromagnetismo

Todo nace de la vinculación de aparatos como nuestro router o microondas con las ondas y los campos electromagnéticos, y hay quienes señalan que al estar en contacto con ellas, nuestro sistema sufre modificaciones a nivel celular, lo que puede llegar a implicar daños en nuestra salud. Aunque en estas afirmaciones no cuentan con ningún aval científico, pese a que se ha estudiado, siguen siendo creencias muy populares.

"La frecuencia que emite un microondas es muy parecida a la frecuencia de nuestra Wifi. La diferencia es que un microondas emite con una intensidad un millón de veces más que la Wifi por eso podemos calentar la leche por esa potencia". En este sentido, el experto remarca que la vinculación de estas ondas con enfermedades está infundada, ya que las señales son extremadamente débiles y por tanto incapaces de "provocar daños celulares".

Por otro lado, también explica que la radiación inalámbrica que puede emitir una red Wifi no son ionizantes, por lo que son inocuas, además de mucho más débiles que otros objetos tecnológicos a los que estamos acostumbrados, como una placa de inducción, y que igualmente son seguras para nuestra salud.

Nájera también hace especial hincapié en que: "En todos los experimentos de los últimos 30 años, de series epidemiológicas, de niveles de exposición no hay evidencias de que haya efectos sobre la salud desde que empiezan la expansión de las antenas" y eso tomando en cuenta de que antes también existía radicación.

¿Se nos fríe el cerebro?

Otro de los mitos más extendidos es el de que si dormimos con el móvil en la mesilla de noche, las ondas del Wifi nos provocarán daños en el cerebro. Sin embargo, este investigador nos tranquiliza diciendo que podemos seguir usando el móvil como despertador, aunque advierte que el "problema es que no vamos a dormir por estar viendo vídeos hasta las 2.00 de la madrugada y eso sí no es bueno para la salud".