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El hombre de 32 años al que le picó una avispa asiática el martes en el municipio asturiano de San Tirso de Abres ha fallecido este sábado. Al parecer, los servicios sanitarios no han podido hacer salvar la vida del hombre, que era alérgico a la picadura de avispas.
¿Cómo sucedió?
Alrededor de las 11.00 horas del martes, el hombre se encontraba haciendo las labores de mantenimiento de una finca. En concreto, estaba segando cuando sufrió la picadura. Según informa el diario El Comercio, el joven se dirigió inmediatamente a su casa para inyectarse adrenalina y contrarrestar los efectos de la picadura. Sin embargo, esta vez no le hizo el efecto deseado y acabó por desmayarse.
Según relata su hermano al mismo medio, ya había sufrido tres veces picaduras de este tipo de insecto. Aunque normalmente, tras inyectarse la adrenalina y sufrir algún mareo, se recuperaba. Esta vez no fue así.
Tras lo ocurrido fue trasladado al centro de salud y, posteriormente, al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, donde ha fallecido. Fue la propia víctima la que indicó, antes de desvanecerse, que se trataba de una avispa asiática. Y estaba seguro porque “era negra y naranja”, según explicó antes de perder el conocimiento.
Una especie de mucho cuidado
La especie invasora ‘vespa velutina’ ha registrado un notable incremento a lo largo de los últimos años en distintos municipios asturianos. En su fase de adulto tienen un tamaño que oscila entre los 17 y los 35 milímetros.
Su cabeza es negra y la cara de color naranja, el tórax y la mayor parte del abdomen también de color negro, a excepción del cuarto segmento del abdomen, que es naranja. El resto de segmentos del abdomen son negros con una muy fina línea naranja.
¿Qué hacemos con ellas?
Su dieta, compuesta entre el 45% y el 80% de abejas junto a otros insectos como arañas, mariposas o libélulas, es lo que más preocupa a los agricultores ya que afecta a muchos cultivos de consumo humano. Los nidos de la avispa asiática, compuestos de celulosa a partir de hojas que mastican, pueden medir cerca de un metro, siempre en altura.
En esta época de mayor actividad es cuando más esfuerzos se hacen para evitar que las avispas asiáticas creen nidos. Aunque ya se ha aclarado que su erradicación es más que improbable si no imposible, se sigue buscando un método biológico por el que luchar contra la 'Vespa velutina' sin dañar a otros insectos necesarios y menos dañinos, como con bacterias y hongos.
El Gobierno vasco, por ejemplo, ya anunció un plan de actuación que abarca la detección temprana, la captura de reinas y la destrucción de nidos, con una implicación necesaria desde la ciudadanía.
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