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Actualmente, el 75 % de la actividad sanitaria en España está desarrollada por mujeres, pero su presencia en los altos cargos del sector sanitario es apenas inexistente. En cifras, el 21,9 % de las presidencias en 2015 estaban ocupadas por mujeres.
“Se prefieren mujeres para cargos funcionales y de trabajo, pero no para los que realmente significan representación”
Según un informe de 2015 de la “Revista Española de Salud Pública”, editada por el Ministerio de Sanidad, tan solo el 21,9 % de las presidencias estaban ocupadas por mujeres. Y sí, este tipo de situaciones continúa dándose en ámbitos laborales como el sector sanitario, donde la mujer queda eclipsada por la presencia del hombre en otras tareas médicas y altos cargos. Actualmente, el 75 % de la actividad sanitaria en España está desarrollada por mujeres, pero su presencia mayoritaria no guarda un reflejo en los ámbitos de decisión de la profesión.
En cuanto a la enfermería, el 84 % de los colegiados son mujeres, por lo que se consideran el máximo órgano de representación de la profesión, un hecho que según el Consejo General de Enfermería (CGE), siempre había estado liderado por los hombres.
En general, la representación femenina copa cargos funcionales como vocalías y secretarías, a lo que el informe señala que “se prefieren mujeres para cargos funcionales y de trabajo, pero no para los que realmente significan representación”.
A pesar de la aprobación de la Ley de Igualdad, la cual recomienda la presencia paritaria o de la menos el 40 % de mujeres en órganos de gobierno, no se han obtenido unos cambios significativos en el sector sanitario, y a las cifras hay que remitirse.
El sector sanitario suspende en paridad
Según un estudio de la Universidad de Sevilla, los cargos que más han aumentado en porcentaje de mujeres son los de vicesecretaria o secretaria, vicepresidenta y vocal. Sin embargo, los puestos de presidenta, que alberga apenas el 2 %, y el sector sanitario se quedan en el camino.
Por tanto, las juntas de odontología y medicina también suspenden en paridad, a pesar de que, a nivel global, sigue existiendo un pequeño acceso a la profesión. En la profesión farmacéutica tampoco existe una representación femenina ajustada en los altos cargos.
Conseguir una interiorización desde la infancia es vital para reducir la brecha entre hombres y mujeres
Ante los pésimos datos de la mujer en los altos cargos del sector sanitario, es importante preguntarse: ¿qué estamos haciendo mal? Pues bien, lo más recomendable para poder reducir esta gran brecha entre el hombre y la mujer pasa por la educación. Conseguir una interiorización desde la infancia de valores fundamentados en la paridad ayudará a solventar los problemas de igualdad que surgen en la actualidad.
Así lo destaca la presidenta de la Comisión Nacional de Cirugía Cardiovascular, Tomasa Centella, al hablar sobre la situación en el sector sanitario: “evidentemente es una cuestión de tiempo. Un tiempo que está llegando en que las mujeres tenemos miedos a asumir responsabilidades (…) Las leyes que fomentan la igualdad son imprescindibles para consolidar el cambio. Pero fundamentalmente es el cambio en la educación, en la perspectiva social lo que va a revertir esta desigualdad”.
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