Lectura fácil
Mojgan Keshavarz, Monireh Arabshahi y la hija de esta, Yasaman Aryani, tendrán que ir a la cárcel. Estas mujeres han sido condenadas a un total de 55 años de prisión por su campaña pública a favor de abolir el uso obligatorio del velo en Irán. Sin embargo, las cosas por aquel país no parecen muy democráticas, a la vista de los acontecimientos, y éstas tres mujeres tendrán que cumplir una pena desorbitada.
Salta a la vista que la libertad de expresión tampoco es el punto fuerte de Irán
«Nos alarma que el arresto y las largas sentencias que han recibido estas mujeres estén directamente relacionadas con el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión y reunión en la lucha por la igualdad de género en Irán», declararon en un comunicado varios expertos en derechos humanos de Naciones Unidas.
Con esta misiva, desde hicieron un llamamiento a las autoridades para anular las sentencias. Una petición que recibió la negativa de las autoridades de la república islámica que considera que este tipo de actividades atentan contra la «seguridad nacional».
Se quitaron el velo para visualizar la libertad de las mujeres, ahora irán a la cárcel
Estas tres activistas protagonizaron el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, un vídeo que se hizo viral en las redes sociales en el que aparecían descubiertas mientras repartían flores a mujeres que viajaban en el metro de Teherán.
Un mes después fueron detenidas por las fuerzas de seguridad que les recluyeron en un régimen de incomunicación, según el organismo internacional.
Como respuesta a su reivindicativa protesta, la Justicia impuso un castigo de 16 años para Arabshahi y la hija por «alentar la corrupción y la prostitución morales» y 23 años y medio a Keshavarz porque ella, además, cometió «insulto a lo sagrado».
Trato injustificado que deja en evidencia la nula democracia del país
Amnistía Internacional (AI) se sumó al llamamiento realizado por la ONU y consideró que «las tres son presas de conciencia, recluidas únicamente por su campaña pacífica en contra de la discriminatoria legislación sobre el uso obligatorio del velo».
Por ello, la organización envió una carta al presidente de la Magistratura para pedir su liberación y denunciar «un juicio injusto» porque «no se les permitió el acceso a sus abogados en ninguna etapa de los procedimientos». Sin embargo, no ha habido suerte y la mano de hierro se ha dejado sobre éstas tres mujeres.
Desde hace cinco años, diferentes movimientos de protesta se suceden en aquel país en busca de la libertad de la mujer. De esta manera, las mujeres iraníes ponen de manifiesto que están en contra del uso obligatorio del velo, impuesto a las iraníes tras el triunfo de la revolución islámica en 1979. Activistas como Masih Alinejad han liderado desde el exilio campañas en las redes sociales como «Mi libertad oculta», en la que animaba a las mujeres a fotografiarse sin pañuelo, o «Miércoles blancos», que invita a las iraníes a usar ropa o pañuelos blancos este día de la semana en señal de protesta.
Añadir nuevo comentario