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El deporte femenino ha estado representado por mujeres desde hace muchos años. Sin embargo, estas pioneras no han tenido el reconocimiento que merecían sus gestas.
El primer ejemplo lo encontramos a finales del s.XIX con Stamata Revithi. Revithi fue una de las primeras mujeres en reivindicar su condición sexual a través del deporte. En 1896, no corrió la maratón durante los primeros Juegos Olímpicos.
Bajo el espíritu del Barón de Coubertain, Revithi intentó correr la maratón en lo que fueron los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna. En contraposición, corrió cuarenta kilómetros en cinco horas y media. Medio siglo después, en 1967, la Maratón de Boston hizo historia al entregar el primer dorsal a una mujer. La organización no lo sabía, puesto que este “corredor” lo hizo bajo el seudónimo “KV Switzer”. A mitad del recorrido la descubrieron los jueces pero, tanto su entrenador como su pareja la convencieron para que no se rindiera.
La saga de mujeres deportistas es imparable
La saga de mujeres importantes que recoge Oriol Vidal en su infografía de La Vanguardia, nos invita a detenernos en Billie Jean King, en 1973. Ganó al campeón de dobles masculino de Wimbledon. Cuando se cumplen 47 años de esta gesta, la WTP, el circuito femenino profesional de tenis decidió cambiar el nombre de la actual competición por países, la Copa Federación (FedCup) por Copa Billie Jean King.
Según recoge la página Deporte y Mujer, el cambio de nombre de la competición se hará efectivo en 2021. Aunque trae más cambios dentro de la competición. A partir de 2021, las Finales de la Billie Jean King Cup darán el mayor premio anual en una competición deportiva de mujeres, equivalente a la que reciben los hombres en las Finales de Copa Davis.
Billie Jean King levantó el trofeo en 10 ocasiones, más que nadie en la historia; siete veces como jugadora y otras cuatro veces como capitana (una de ellas como capitana-jugadora). Recibió el Premio a la Excelencia de la ITF en 2010, antes de convertirse en la primera Embajadora Global de la competición en 2019. Tampoco podemos olvidarnos de Lusia Harris (1977) Única mujer en ser elegida en el Draft NBA, o de Mamie Johnson, quién en 1953 compitió en la liga masculina de béisbol.
¿Qué mujeres han sido pioneras en el deporte español?
Si el deporte global ha sido pionero alguna vez, tampoco podemos mirar para otro lado en España. No podríamos entender el deporte femenino en España sin mujeres como Lili Álvarez.
Álvarez fue profesional del tenis y el patinaje, fue la primera mujer española en participar en unos Juegos Olímpicos y lo hizo en 1924. Además, practicaba esquí, equitación, alpinismo e incluso llegó a pilotar coches de carreras.
Después de ella vinieron mujeres como María Paz Corominas, nadadora y participante en los Juegos Olímpicos de 1968, o Carmen Valero, atleta y especialista es cross que se convirtió en la primera mujer atleta española en participar en unos Juegos en el año 1976.
Los Juegos de Barcelona fueron un escaparate perfecto para las mujeres
Barcelona’92 constituyó una nueva visión de España en el exterior. España había enterrado un pasado dictatorial y quince años atrás comenzó a constituirse una monarquía parlamentaria. Durante estos Juegos se vio incrementada la presencia de mujeres en las competiciones. La más beneficiada de aquella imagen fue Blanca Fernández Ochoa. También benefició a mujeres como Miriam Blasco, la primera en conseguirla en los Juegos de Verano con un oro en yudo, o a deportes como el tenis donde la factoría española ganaría prestigio gracias a la imagen de Conchita Martínez y Arantxa Sánchez – Vicario.
En la actualidad, gracias al apoyo de las becas ADO y ADOP se potencia la formación de nuestros deportistas. Pueden mantener su presente y soñar con su futuro. La natación es otro de los deportes que nos hace esbozar una sonrisa gracias a deportistas como Mireia Belmonte o Teresa Perales.
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