![Imagen de mujeres/the United Nations Fin a la mutilación genital femenina](/sites/default/files/styles/noticia_detalle_noticia_2_1/public/noticias/mutilacion-genital-gemenina-compromiso-ods.jpg?itok=fATbLMwT)
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La mutilación genital femenina es una violación de los derechos humanos que inflige profundas cicatrices físicas, emocionales y psicológicas de por vida en niñas y mujeres. Esta práctica nociva afecta hoy en día a más de 230 millones de niñas y mujeres. Se estima que 27 millones más de niñas podrían sufrir esta violación de sus derechos y dignidad para 2030 si no actuamos ahora.
Un compromiso para acabar con la mutilación genital femenina
En el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, y en respuesta al lema Acelerar el ritmo: Fortalecer alianzas y construir movimientos para poner fin a la mutilación genital femenina, UNFPA, UNICEF y la OMS reafirmamos nuestro compromiso de trabajar junto con los países y las comunidades para poner fin a esta práctica nociva, de una vez por todas.
Hay esperanza. Muchos países han visto una disminución en la prevalencia de la mutilación genital femenina. Estamos siendo testigos de los avances en países como Kenia y Uganda, donde la acción colaborativa y las iniciativas lideradas por la comunidad están demostrando que, al fortalecer las alianzas y crear movimientos, podemos acelerar el cambio.
Desde el lanzamiento del Programa Conjunto UNFPA-UNICEF para la eliminación de la mutilación femenina en 2008, y en colaboración con la OMS, cerca de 7 millones de niñas y mujeres tienen acceso a servicios de prevención y protección. Además, 48 millones de personas han hecho declaraciones públicas para abandonar la práctica, y 220 millones han recibido mensajes de los medios de comunicación sobre el tema.
En los dos últimos años, cerca de 12 000 organizaciones de base y 112 000 trabajadores comunitarios y de primera línea se han movilizado para lograr un cambio en esta coyuntura crítica.
Sin embargo, la fragilidad de los progresos realizados también se ha hecho patente. En Gambia, por ejemplo, persisten los intentos de derogar la prohibición de la mutilación genital femenina, incluso después de que el año pasado el Parlamento rechazara una propuesta inicial en ese sentido. Esos esfuerzos podrían socavar gravemente los derechos, la salud y la dignidad de las futuras generaciones de niñas y mujeres, poniendo en peligro el incansable trabajo realizado durante décadas para cambiar actitudes y movilizar a las comunidades.
Solo 7 países cumplen con los ODS
De los 31 países en los que se recopilan datos sobre prevalencia a nivel nacional, solo siete están en camino de cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible de poner fin a la mutilación genital en las mujeres para 2030 o antes. El ritmo actual de progreso debe acelerarse urgentemente para alcanzar este objetivo.
Esto requiere el fortalecimiento de las alianzas entre líderes, organizaciones de base y entre sectores que abarcan la salud, la educación y la protección social, así como una defensa sostenida y la ampliación de los movimientos sociales con las niñas y las supervivientes en el centro.
Exige una mayor responsabilidad a todos los niveles para garantizar que se respeten los compromisos con los derechos humanos y se apliquen políticas y estrategias para proteger a las niñas en situación de riesgo y proporcionar atención, incluida la justicia, a las supervivientes. También requiere una mayor inversión para ampliar las intervenciones de eficacia probada. Estamos en deuda con los generosos donantes y aliados que apoyan esta labor transformadora y pedimos a otros que se unan a ellos.
Todos tenemos un papel que desempeñar para garantizar que todas las niñas estén protegidas y puedan vivir libres de daños. Aumentemos el ritmo y actuemos con urgencia. El momento de acabar con la mutilación genital femenina es ahora
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