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El otoño es ideal para una escapada familiar o con amigos al campo y disfrutar de la naturaleza. En España, hay muchos lugares donde se pueden admirar paisajes llenos de tonos anaranjados y marrones. Una de las provincias recomendables es Guadalajara.
En el corazón de la sierra de Ayllón se encuentra el Hayedo de Tejera Negra, cerca del pueblo de Cantalojas. Este hermoso bosque es perfecto para los amantes de la naturaleza y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2017, junto a otros hayedos de España y Europa, debido a su impresionante belleza.
El otoño es la temporada ideal para disfrutar de la naturaleza
El otoño es una temporada ideal para escapar a la naturaleza con amigos o familiares y disfrutar de paisajes rurales. En España, hay numerosos lugares donde se puede apreciar la transformación del paisaje en tonos de naranja y marrón. Una de las provincias perfectas para esta experiencia es Guadalajara.
En la sierra de Ayllón, se encuentra el Hayedo de Tejera Negra, un hermoso bosque de hayas ubicado en el pueblo de Cantalojas. Este lugar es un destino privilegiado para los amantes del senderismo y la naturaleza.
Además, su excepcional belleza le otorgó el título de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2017, junto con otros hayedos de la región y de Europa.
Ruta de senderismo por El Hayedo de Tejera Negra
El Hayedo de Tejera Negra destaca por su microclima único, influenciado por los ríos Lillas y Zarzas, que brotan al pie del pico de La Buitrera. Este bosque de hayas ofrece un paisaje de ensueño, donde los colores de los árboles, el musgo que cubre el suelo y el profundo silencio crean una atmósfera mágica. Un lugar esencial para disfrutar de la naturaleza.
Según información de Turismo de Castilla-La Mancha, en esta zona también crecen diversas especies como robles melojos, pinos silvestres, acebos, servales, tejos y abedules. Durante el otoño, el lugar se llena de Boletus Edulis, un hongo muy apreciado por los amantes de la gastronomía.
La ruta más conocida es la "Senda de Carretas", que comienza en el aparcamiento, cerca de una fuente de agua no tratada junto al río Lillas. A medida que la senda cruza un pequeño arroyo, se debe girar a la izquierda y seguir un camino ascendente entre robles. Desde ese punto, se empieza a ver la primera haya, marcando el inicio de este recorrido circular de 6 kilómetros.
La senda recibe su nombre porque antiguamente se utilizaba para transportar carbón del hayedo en carros. A medida que se avanza, la senda sigue ascendiendo bajo la frondosidad de las hayas. Al finalizar la parte más exigente del recorrido, se llega a la Pradera de Matarredonda, un lugar perfecto para disfrutar de la vista panorámica.
Continuando por el mismo sendero, se pueden observar tanto hayas como robles y pinos. Al llegar a una bifurcación, hay que tomar el camino de la izquierda para regresar al aparcamiento; el camino de la derecha conduce al Collado del Hornillo.
Además de la "Senda de Carretas", existen otras rutas en el Hayedo de Tejera Negra, como la "Senda del Robledal", un recorrido circular de 17 kilómetros que comienza en el Centro de Interpretación, y la "Ruta del río Zarzas", que también permite explorar la belleza de la naturaleza del área.
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