Frente a la falta de investigación y la tradicional atribución de las desigualdades a la genética, un nuevo estudio de ‘The Lancet’ asegura que la discriminación y el racismo perjudican la salud de las personas desfavorecidas.
Lo más grave del drama de la discriminación racial en Estados Unidos es que no es una problemática aislada, sino que es una profunda cadena que se replica con el elevado riesgo de condicionar enormemente la vida de una persona.