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Las personas de raza negra que fueron encarceladas experimentan unas tasas de mortalidad más altas tras su paso en prisión en comparación con las que no tienen ese color de piel y también pisaron la cárcel en Estados Unidos.
Ésta es la conclusión de un estudio realizado por investigadores del Centro Médico de Boston y publicado en ‘JAMA Network Open’. El trabajo se basa en una cohorte de personas encarceladas que fue analizada durante casi cuatro décadas.
Y es que los negros en EE.UU. experimentan un aumento estadísticamente significativo del 65 % en la mortalidad tras su encarcelamiento, mientras que no hubo una asociación estadísticamente significativa entre las personas de otras razas, lo cual puede afectar a las disparidades en la esperanza de vida entre las personas de raza negra y las demás en dicho continente.
Los negros tienen más posibilidades de ser detenidos y condenados en EE.UU.
La tasa de arrestos y de ejecutados duplica y triplica el peso de las personas de color en la población. La ONU vienen denunciando hace años que la discriminación racial se da de forma constante en todas las esferas de la sociedad estadounidense.
Lo más grave del drama de todo esto es que no es una problemática aislada, que se circunscribe a un ámbito determinado, sino que es una profunda cadena interconectada que se replica en múltiples frentes y con el elevado riesgo de condicionar enormemente la vida de una persona.
Por ende, un hombre negro tiene seis veces más posibilidades de ser encarcelado que uno blanco, y 2,5 veces más que uno latino, según los últimos datos oficiales recopilados por The Sentencing Project, una organización civil con sede en Washington. Son tasas incluso peores que en los años de segregación racial. Todo ello tiene una traslación directa en la composición de las cárceles con muchísimos más reclusos negros que blancos.
En el corredor de la muerte, la proporción de reclusos negros (del 41,7 %) también triplica su peso en la población estadounidense; mientras la de los blancos (43,1%) y latinos (12,6 %) se sitúa por debajo, según el Centro de Información de la Pena de Muerte.
Estados Unidos encarcela a un mayor número y proporción de personas que cualquier otro país del mundo
Según los investigadores, se trata de “una forma de racismo estructural” porque este incremento ha impactado desproporcionadamente en los grupos no blancos, particularmente a los hombres negros.
Investigaciones anteriores han demostrado que el proceso inicial de transición de regreso a la vida en la comunidad tras el paso por la cárcel es un periodo muy estresante y peligroso donde el riesgo de muerte es extremadamente alto, particularmente debido a una posible sobredosis de drogas, entre muchas otras amenazas para la salud. Sin embargo, pocos estudios han podido analizar los impactos a largo plazo que el encarcelamiento tiene en la salud en los años siguientes.
"Los resultados de nuestro estudio muestran que la experiencia del encarcelamiento puede conducir a un daño sustancial y duradero a la salud de alguien, en forma de tasas de mortalidad más altas en los años posteriores al encarcelamiento, y este efecto fue mucho mayor entre los individuos negros que otros", sentencia Ben Bovell-Ammon, miembro visitante de medicina interna general en el Centro Médico de Boston.
Entre 2019 y 2020, la esperanza de vida disminuyó de 74 años a 72,7 años para las personas negras no hispanas. Durante ese mismo período de tiempo, la esperanza de vida para las personas blancas no hispanas pasó de 78,8 años a 78 años.
"Estos resultados arrojan más luz sobre los daños del sistema penal-legal y el racismo estructural, que esperamos envalentonen al público y a los responsables políticos para reevaluar críticamente lo que significa ‘seguridad pública’, cuya seguridad realmente importa y qué tipos de políticas podrían abordar las causas fundamentales del crimen sin causar daño a las comunidades ya marginadas", concluye Bovell-Ammon.
Los negros tienen el doble de probabilidades de morir en enfrentamientos con la policía
Como dato final, por si lo anterior fuese poco, la tasa de muertes en enfrentamientos con las fuerzas del orden es muy superior entre la población afro estadounidense en comparación con la blanca.
El 24 % de los muertos a manos de la policía son negros, aunque el grupo solo constituye 13 % del total de la población del país, de acuerdo a la ONG Mapping Police Violence.
El diario The Washington Post lleva un registro detallado de cada tiroteo mortal en el que ha estado involucrado un policía y que arroja datos similares.
Aunque son más las personas blancas las que anualmente mueren a tiros por la policía, las personas negras tienen más del doble de probabilidades de ser acribilladas.
Esto refleja la gran discrepancia entre cómo se percibe el trabajo de la policía entre una comunidad y la otra.
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