Lectura fácil
La neutralidad climática es vital para que las empresas consigan ser sostenibles y ayuden a la protección del planeta. Los movimientos sostenibles dentro de una compañía consiguen promover una producción responsable.
Este concepto se entiende como la consecución de emisiones gases de efecto invernadero netas o iguales a cero, equilibrando la cantidad de emisiones liberadas a la atmósfera a una cantidad equivalente retirada de la atmósfera o fijada por vegetación o adquiriendo créditos de carbono.
El neutro en carbono se asocia a los procesos de la emisión de CO2, como ocurre con el transporte o la producción de energía a través de combustibles fósiles.
El caso, es que muchas empresas ya se subieron al carro de la neutralidad climática, y son muchas las que han empezado a tener resultados.
Es muy importante que las compañías reduzcan sus emisiones directas de gases de efecto invernaderos y que parte de sus ahorros vayan direccionados a la utilización de energías renovables o a la implantación de sistemas ecoeficientes.
Neutralidad climática: un objetivo primordial en el desarrollo de empresas sostenibles
Otra realidad es que muchas compañías que buscan alcanzar la neutralidad climática están desorientadas y saturadas ante este enrome reto, pero este proceso de cambio es asequible, y tal y como apuntan los expertos, lo es hasta para las Pymes.
Los expertos indican que para conseguir una economía baja en carbonos, las empresas "deben alinearse con el escenario climatológico de limitación del incremento de temperatura contemplado en el Acuerdo de París".
Tanto empresas pequeñas como grandes tiene que definir e incorporar objetivos que se basen en las evidencias científicas para sus planes estratégicos. Esto debe afectar a sus planteamientos y relaciones internas como a su cadena de valor y a los terceros involucrados en la compañía.
Cuando ya se cuenta con la estrategia para conseguir la neutralidad climática, deben de diseñar e implementar planes que estén relacionados con los siguientes aspectos:
- Apostar por políticas sostenibles: La compañía puede unir fuerzas llevando a cabo iniciativas que impulsen esfuerzos a favor de la sostenibilidad en económica, social y medio ambiental en los ámbitos de influencia, local, regional, nacional o internacional.
- Promover una economía más baja en carbono: Desarrollar políticas y normativas en la empresa, trabajar con los empleados para llevar a cabo la reducción de emisiones que afecten en sus vidas diarias, de esta forma los objetivos consiguen traspasar los muros de la empresa.
- Comprometerse con las energías renovables: Iniciar o potenciar la inversión en energías renovables. También se podrá ofrecer los excedentes renovables de la compañía en los principales mercados energéticos.
- Reducir las emisiones: Analizar la huella de la empresa, adaptar los objetivos a estas conclusiones y trabajar para conseguir la reducción de las emisiones.
- Invertir en compensaciones de carbono: Además, en la medida que se necesite, se pueden elegir actividades de compensación "en sintonía con los planes y valores de la compañía y que cubran aquellas emisiones que no han sido posible eliminar".
- Aumentar la eficiencia en el uso de la energía: Poner en marcha planes que produzcan ahorros económicos y en emisiones de gases de efecto invernadero. Estas oportunidades ecoeficientes pueden acompañarse de auditorías que acrediten las acciones implementadas en nuestras instalaciones.
De esta forma, las compañías podrán alcanzar la neutralidad climática, a través de un cambio sostenible que se mantendrá a largo plazo, y que ofrece un valor diferencial a clientes, trabajadores, socios, proveedores incluido el resto de la comunidad.
La neutralidad climática espera ser alcanzada por las empresas con la finalidad de frenar los peores impactos del cambio climático, haciendo uso de las energías renovables, las tecnologías de la información y las comunicaciones, la economía circular y unas finanzas sostenibles.
Añadir nuevo comentario