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Las grandes entidades financieras, los operadores de tarjetas de crédito e incluso los gigantes tecnológicos tienen la vista puesta en la forma en la que sus clientes realizan sus pagos, con un uso cada vez mayor del teléfono móvil.
Tarjeteros y monederos, cosas del pasado
El pago móvil es el futuro que nos espera. Los relojes inteligentes o los smartphones se convertirán en nuestro nuevo monedero, tanto para pagar en una tienda de ropa como para comprar una simple barra de pan.
Ni monedas, ni billetes, ni tarjetas de crédito, ni siquiera de fidelidad. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), auguran que los pagos móviles superarán a las tarjetas de crédito en 2019. En los próximos dos años el uso de tarjetas descenderá hasta un 46%, mientras que el pago móvil alcanzará un 51%.
Pagos con Apple Pay, Samsung Pay y Android Pay
El Banco Santander es actualmente la única entidad que permite pagar con Apple Pay. CaixaBank y N26 lo harán antes de que acabe 2017.
Samsung Pay funciona en varias compañías, como OpenBank, Santander, Abanca, Sabadell, CaixaBank e Imagin Bank. Android Pay, la plataforma de Google, funciona sólo con BBVA.
Y gracias a compañías como American Express, cualquier cliente de esta tarjeta, tenga el dispositivo que sea y pertenezca al banco que pertenezca, podrá emplear la plataforma de pago de la empresa de Cupertino o del gigante Google.El pago mediante el dispositivo móvil resulta bastante más seguro que el efectuado con el plástico
Lo primero que hay que saber es que la información relativa al pago se almacena cifrada en un chip diferente dentro del teléfono móvil. Por otro lado toda la comunicación es electrónica, y la autenticación del usuario se lleva a cabo mediante sistemas biométricos, la huella dactilar, mucho más seguros que el clásico PIN o firma.
En un único móvil podemos almacenar de una forma segura todas las tarjetas de pago y fidelización que se emplean.
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