Más de 330 millones de niños han estado confinados: ¿Cómo están su salud mental y su bienestar?

Al menos 332 millones de niños en total han vivido bajo políticas nacionales de confinamiento obligatorio o recomendado durante al menos nueve meses desde el comienzo de la pandemia, lo cual ha puesto en riesgo su salud mental y su bienestar, según ha advertido Unicef.

Al menos 1 de cada 7 niños ha estado confinado la mayor parte del pasado año

Al igual que los adultos, casi todos los menores del mundo han vivido alguna forma de confinamiento intermitente durante el 2019. El nuevo análisis de Unicef, realizado a partir de datos del Rastreador de las Respuestas Gubernamentales a la Covid-19 de Oxford, ha identificado algunas de las condiciones de confinamiento más duraderas en todo el mundo.  

Según el análisis, 139 millones de menores a nivel global han vivido bajo confinamiento nacional obligatorio durante al menos 9 meses desde que la Covid-19 fue declarada como pandemia el 11 de marzo de 2020; es decir, debían quedarse en casa obligatoriamente, salvo algunas excepciones como menores que viven en países como Paraguay, Perú y Nigeria.

Por tanto, el resto de ese total de 332 millones -193 millones- ha vivido bajo recomendaciones nacionales de quedarse en casa durante ese mismo espacio de tiempo, lo cual les ha afectado indudablemente.

Unicef insta a una mayor inversión en servicios de salud

La directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, ha asegurado que “con los confinamientos nacionales y las limitaciones de movimiento derivadas de la pandemia, ha sido un largo año para todos nosotros, pero especialmente para los niños”.

Asimismo, ha apuntado que “cuando –día tras día- estás lejos de tus amigos y tus seres queridos, y quizás incluso atrapado en casa con un agresor, el impacto es significativo. Muchos niños se han quedado abandonados sintiendo miedo, soledad, ansiedad y preocupación por su futuro. Debemos salir de esta pandemia con una aproximación mejor a la salud mental de los niños y adolescentes, y eso empieza dando al tema la atención que merece”. 

Ahora, que ha situación pandémica ya ha superado los 12 meses, el impacto sobre la salud mental y el bienestar psicosocial de menores y jóvenes empieza a pasar factura. Así lo ha reflejado un estudio, concretamente una reciente encuesta de Unicef U-Report dirigida a jóvenes en Latinoamérica y Caribe, que obtuvo más de 8.000 respuestas, ha revelado que más de una cuarta parte de los encuestados había experimentado ansiedad, y el 15 % depresión.

1 de cada 4 vive con un progenitor que tiene un desorden mental

Según un comunicado de la organización, los menores y jóvenes soportaban el peso de los riesgos de la salud mental incluso antes de la pandemia, ya que la mitad de todos los desórdenes mentales se desarrollan antes de los 15 años y el 75 % antes de la primera edad adulta. La mayoría de las 800.000 personas que se suicidan cada año son jóvenes, y las autolesiones son la tercera causa de mortalidad entre los jóvenes de 15 a 19 años, con las tasas más altas entre las adolescentes chicas. Se estima que a nivel mundial 1 de cada 4 niños vive con un progenitor que tiene un desorden mental, ha apuntado Unicef.

El aislamiento ha provocado que muchos menores que experimenten violencia, negligencia o abuso en el hogar, a merced de sus abusadores y sin el apoyo de maestros, entorno familiar y comunidades. Los menores de grupos de población vulnerables -como los que viven y trabajan en la calle-, los menores con discapacidades y los que viven en situaciones de conflicto corren el riesgo de que sus necesidades sanitarias pasen desapercibidas por completo.

Según la OMS, la pandemia de Covid-19 ha alterado o interrumpido los servicios esenciales sanitarios en el 93 % de los países de todo el mundo, mientras que la demanda de apoyo a la sanidad está creciendo. En un estudio llevado a cabo en 194 ciudades de China, el 16 % de los encuestados reportó síntomas de depresión de moderados a severos durante la pandemia, y el 28 % síntomas de ansiedad de moderados a graves.

Unicef lanza una plataforma de servicios de asesoramiento individual

Para intentar atajar el problema, Unicef está apoyando a los gobiernos y las organizaciones aliadas para priorizar y adaptar a los menores los servicios que prestan. Por ejemplo, Unicef Kazajistán ha lanzado una plataforma online de servicios de asesoramiento individual para menores, además de proporcionar formación a distancia para especialistas de salud mental en las escuelas. En China, Unicef y la empresa de redes sociales Kuaishou lanzaron un reto online para ayudar a reducir la ansiedad en los menores.

Asimismo, para finales de 2021, Unicef dedicará uno de sus informes insignia, el llamado Estado Mundial de la Infancia, que se publica cada dos años, al bienestar de jóvenes. Es parte de los esfuerzos de la organización por aumentar la conciencia sobre este desafío global, proponer soluciones e instar los gobiernos a que presten mayor atención al problema.

Fore ha insistido en que "los países deben invertir notablemente en la ampliación de los servicios de salud mental y el apoyo a los jóvenes y sus cuidadores en las comunidades y las escuelas. También necesitamos programas de crianza ampliados para garantizar que los niños de familias vulnerables obtengan el apoyo y la protección que necesitan en sus hogares”.