Cuatro de cada diez niños tiene obesidad infantil en España

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12/10/2020 - 10:00
Niño agarrándose la tripa / Pixabay

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Servimedia publica los resultados de un informe demoledor sobre la obesidad infantil en España que demuestra la verdadera dimensión de este grave problema de salud. Un problema aún más grave porque los padres de niños afectados no lo ven, o no quieren verlo. Cuatro de cada diez miran hacia otro lado.  

La falta de conciencia paterna es una realidad que provoca efectos muy negativos en estos niños.

La suma de obesidad y sobrepeso infantil deja una cifra alarmante

Cuatro de cada diez niños españoles de entre seis y nueve años pesan más de lo que deberían, situación que está directamente relacionada con el poco consumo de la dieta mediterránea, la ingesta de azúcares, el sedentarismo y el entorno socioeconómico.

Esta es una de las conclusiones del estudio de Vigilancia del Crecimiento, Alimentación, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España (Aladino 2019) que presentó el ministro de Consumo, Alberto Garzón, junto a la directora ejecutiva de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, Marta García Pérez, y el presidente del Observatorio de la Nutrición y de Estudio de la Obesidad, Fernando Rodríguez Artalejo.

El 17% de los niños españoles tiene obesidad infantil y el 23% sobrepeso, "un dato enorme e inaceptable en términos de gravedad del problema, porque la mayoría seguirán con problemas de peso de adultos", recalcó Rodríguez Artalejo.

La obesidad y el sobrepeso infantil pueden desencadenar otras enfermedades

De hecho, aunque el estudio Aladino se realizó a través de encuestas y mediciones a escolares antes de la pandemia, el presidente del Observatorio de la Nutrición apuntó a que "la obsesidad es el mayor factor de riesgo de muerte por Covid-19", como se ha observado en pacientes adultos con coronavirus.

La obesidad infantil está vinculada a la clase social de los hogares

Las familias de rentas bajas son las que tienen más riesgo porque disponen de menos recursos para ofrecerles un menú saludable, pero hay otros factores que engordan esa estadística. Solo un tercio de los niños realiza una hora al día de intensa actividad física. Y en un país que es cuna de la dieta mediterránea, solo 2 de cada 10 niños toman fruta en el desayuno.

El 23,2% de los menores de familias cuyos ingresos anuales brutos están por debajo de los 18.000 euros tienen obesidad, mientras que en las viviendas con ingresos entre 18.000 y 30.000 euros la proporción es del 17,2% y en los de rentas por encima de 30.000 cae hasta el 11,9%, casi la mitad que en aquellos con menos ingresos. Así consta en las conclusiones del estudio, presentadas por el ministro de Consumo, Alberto Garzón.

En los hogares de menor renta el 47,3% de los niños tiene sobrepeso u obesidad, por el 42% de los hogares con ingresos entre 18.000 y 30.000 euros y el 33,7% en los hogares que han sido calificados por el propio titular del ramo como "de barrios ricos". Es decir, el porcentaje de menores que tienen un peso considerado como saludable es del 65,1% en los hogares de mayor renta, por el 52% en los que ésta es menor.

Malos hábitos de los niños

En cuanto al consumo de comida rápida, el 18,5% de los niños de hogares con ingresos más bajos acuden a uno de estos locales una vez o más por semana, mientras que en las familias con más rentas es del 10,7%. Además, el 11,5% de los que viven en familias con menos recursos consume golosinas varias veces al día, por el 3,9 de las familias con más ingresos.

"No hablamos de compartimentos estancos, sino que tiene una vinculación estrecha con factores socioeconómicos. La clase social incide de manera directa en el tipo de alimentación, de ocio y de vida cotidiana", ha señalado Garzón.

El nivel de estudios de los padres también es un factor en esta comparativa. La obesidad infantil en los hogares con progenitores que tienen estudios primarios es del 24,3% frente a aquellos con estudios universitarios, donde cae al 12,4.

El estudio concluye que el 58,5% de los menores presenta normopeso o peso saludable, un valor que ha aumentado respecto al informe de 2011 y 2015; el 23,3% tiene sobrepeso, un indicador que repunta levemente respecto a 2015, pero que se reduce en casi tres puntos respecto a 2011. La obesidad infantil cae un punto respecto a 2011, hasta el 17,3%, mientras la delgadez sigue situándose por debajo del 1% como en el resto de informes.

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