10 obras del Museo Reina Sofía que no te puedes perder

El Museo Reina Sofía es una de las visitas imprescindibles en Madrid. Se encuentra en lo que fue el antiguo hospital general de la ciudad, cerca de la estación de Atocha, y forma parte del Triángulo del Arte de Madrid, junto con el Museo del Prado y el Thyssen-Bornemisza.

Con más de 18.000 obras de arte del siglo XX y contemporáneas, muchas de ellas de artistas tan renombrados como Salvador Dalí, Pablo Picasso y Joan Miró, el museo está abierto todos los días, excepto los martes y algunos días festivos.

10 obras esenciales del museo Reina Sofía

A continuación, te presentamos una lista de las 10 obras más esenciales que no te puedes perder en el Reina Sofía, uno de los mejores museos de Madrid y España.

El Guernica

El Guernica de Pablo Picasso es la pieza más importante del museo, la que atrae a la mayor cantidad de visitantes y la más venerada. Esta impresionante obra, que mide más de 7 metros de ancho y 3 metros de alto, ilustra el sufrimiento causado por los bombardeos alemanes sobre la localidad vasca que da nombre a la pintura, todo realizado con el inconfundible estilo del pintor nacido en Málaga.

Picasso la creó en 1937 para formar parte del pabellón español en la Exposición Internacional de París. Aunque fue adquirida por el gobierno ese mismo año, el artista decidió donarla al Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York para protegerla de los efectos de la Segunda Guerra Mundial, que por entonces devastaba Europa.

No fue hasta 1981 que España recuperó la obra, y en 1992, con la inauguración del Museo Reina Sofía, El Guernica encontró su hogar definitivo, donde sigue siendo una de las principales atracciones. Sin duda, merece la pena reservar una entrada al Museo Reina Sofía solo para admirar esta impresionante obra.

El Gran Masturbador

Salvador Dalí es uno de los artistas más singulares y extravagantes de la historia. Una de sus creaciones más inusuales, por decirlo de alguna manera, se encuentra en el Museo Reina Sofía. Se trata del Gran Masturbador, una obra que podrás contemplar si adquieres una entrada para este museo.

Este cuadro, de carácter autobiográfico como confesó el propio Dalí, plasma las obsesiones sexuales más íntimas del pintor, a través de una pintura que lleva la marca distintiva del surrealismo característico de Dalí. En la obra, el propio autor se retrata a sí mismo, mostrando diversas escenas.

Como en muchas de sus pinturas, la inspiración de Dalí para esta obra fue su musa Gala. El pintor creó este cuadro en 1929, durante una estancia con Gala en Cadaqués, a pesar de que ella ya estaba casada con el poeta Paul Éluard.

Caracol, Mujer, Flor, Estrella

Joan Miró fue uno de los artistas españoles más relevantes del siglo XX, además de ser uno de los más versátiles, ya que, además de pintar, también fue escultor, grabador y ceramista. Aunque exploró varios movimientos artísticos como el cubismo y el fauvismo, siempre se le ha considerado principalmente un exponente del Surrealismo.

El Museo Reina Sofía conserva una de sus obras surrealistas más significativas, titulada Caracol, Mujer, Flor, Estrella. Esta pintura, que podrás admirar si compras entradas para el museo, forma parte de una serie que Miró llamó pinturas salvajes. Estas obras surgieron como una respuesta al miedo causado por el ascenso del fascismo y la tensión prebélica que se vivía en España en 1934, año en el que fue realizada la pintura.

Miró expresa este sentimiento a través de figuras surrealistas que dan título a la obra, acompañadas de tonos oscuros. Es probablemente la pieza más conocida del autor en la colección del Reina Sofía.

Un Mundo, de Ángeles Santos

Aunque el nombre de Ángeles Santos no es ampliamente reconocido, su obra Un Mundo es una de las más impresionantes del museo. Nacida en Girona, Santos desconocía las corrientes artísticas europeas en 1929, cuando pintó esta pieza. A pesar de su aislamiento, su pintura rompió con las tendencias establecidas y resultó sumamente moderna, inspirada únicamente en las revistas y publicaciones de la época.

El lienzo, de 3x3 metros, presenta un mundo imaginario creado por la autora con tan solo 18 años, poco después de recibir sus primeras clases de pintura en Valladolid. La obra causó una gran impresión y fue elogiada por figuras destacadas como Ramón Gómez de la Serna, Jorge Guillén y Lorca. Hoy en día, los visitantes pueden admirar este cuadro en el Museo Reina Sofía.

La Mujer en Azul

Durante muchos años, La Mujer en Azul de Pablo Picasso pasó desapercibida, pero hoy es una de sus obras más importantes en el Reina Sofía. Pintada en 1901, cuando Picasso llegó a Madrid y se convirtió en director artístico de la revista Arte Joven, esta obra retrata a una cortesana de la época y es parte de una serie de ilustraciones para la revista, influenciada por artistas como Van Gogh y El Greco.

Picasso donó el cuadro a la Exposición de Bellas Artes de Madrid, donde cayó en el olvido hasta que llegó al Reina Sofía en 1988, lo que la catapultó a la fama.

La Ventana Abierta

Los bodegones han sido fuente de inspiración para muchos artistas, incluido Juan Gris con su obra La Ventana Abierta. Parte de una serie inspirada en lo que el autor veía a través de las ventanas, este cuadro es el más completo de todos los realizados por Gris. Fue pintado en Bandol sur Mer, un pintoresco pueblo costero en el sur de Francia, y refleja una original composición de naturaleza muerta con el mar como fondo.

El cuadro destaca por la habilidad de Gris para integrar varios escenarios independientes en una única obra.

La Casa de la Palmera

Entre 1916 y 1922, Joan Miró emprendió una serie de viajes en busca de inspiración, lo que resultó en varias obras detalladas de paisajes. La Casa de la Palmera es una de esas piezas, pintada en 1918 durante un verano en Montroig, donde Miró plasmó un paisaje que lo cautivó. El cuadro es considerado uno de los primeros grandes logros pictóricos de Miró, previo a su incursión en el surrealismo en 1923.

Muchacha en la Ventana

Contrario a lo que se cree, la joven en Muchacha en la Ventana de Dalí no es Gala, sino su hermana Ana María. Este cuadro forma parte de una serie de estudios realizados por Dalí sobre su hermana. A diferencia de otras obras surrealistas del artista, este lienzo destaca por su realismo y la serenidad transmitida por la pose relajada de su hermana y los tonos azules que dominan la obra.

Es uno de los estudios más representativos de Dalí en cuanto a su hermana y muestra su habilidad para manejar otros estilos pictóricos.

Sonia de Klamery

Hermen Anglada Camarasa, pintor modernista de Barcelona, se destacó por sus escenas inspiradas en sus viajes, así como por su estilo caracterizado por el contraste entre luces y sombras, y colores vibrantes. Su obra Sonia de Klamery es emblemática, ya que representó a la bailarina del ballet ruso Sonia Klamery en dos cuadros con diferentes poses: una de pie y otra recostada.

El contraste entre la piel pálida de la figura, su vestido colorido y el fondo oscuro es una de las características más llamativas de estas piezas, que consolidaron a Anglada como uno de los grandes artistas modernistas.

Lola

Antonio Saura, nacido en Huesca en 1930, fue uno de los pioneros del informalismo en España. Junto con otros artistas, fundó el grupo "El Paso" en 1951. Lola, una de sus obras más conocidas, es una representación casi abstracta de una mujer, pintada con gruesos trazos y manchas de negro sobre blanco, lo que la convierte en una de las piezas más destacadas del informalismo español.