La Estrategia de movilidad sostenible inteligente y su plan de acción, impulsados por la Comisión Europea, implican la necesidad de descarbonizar los ecosistemas de la movilidad para dar respuesta al cambio climático.
Un estudio ha afirmado que durante los últimos años se han experimentado continuas y fuertes olas de calor en la península Ibérica y en Baleares. La zona mediterránea es la más afectada.