Uno de los efectos del cambio climático que más sufrirá la población en las próximas décadas está relacionado con el agua. Crecidas, inundaciones, sequías y escasez hídrica ya se están viendo intensificadas a consecuencia del calentamiento global. E irán a más.
Actualmente ha arrasado con una superficie de 525 hectáreas y ha destruido 1.186 edificaciones, y la anchura de su colada alcanza ya los 1.520 metros. Según el Comité Científico, la cantidad de lava emitida varía entre los 39.6 y los 60 millones de metros cúbicos.
El calentamiento de las aguas oceánicas ha provocado un descenso del brillo de la Tierra, pues son menos las nubes brillantes que reflejan la luz solar hacia el espacio.
La lluvia se produce cuando el vapor de agua se condensa y se vuelve gotas que caen de las nubes. Esta produce beneficios en las plantas, en los ríos, en el mar y en las infraestructuras urbanas.