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El cambio climático es uno de los principales riesgos a los que se enfrenta la humanidad. Y no solo por los cambios de temperatura bruscos o el peligro que sufren los ecosistemas y por tanto los seres humanos. También porque es un factor de riesgo para los contagios y el avance de enfermedades que dan un salto entre especies como por ejemplo el VHI, el Ébola o el Coronavirus, enfermedades principalmente presentes en animales, que han acabado afectando a los humanos.
Una reciente investigación publicada en la revista 'Nature', señala las complicaciones que el cambio climático puede generar en la aparición de nuevas enfermedades entre los humanos, a través de los estragos en los ecosistemas de animales como murciélagos o gorilas, portadores habituales de virus como el Ébola, que se verán obligados, por las circunstancias climáticas, a entrar en contacto con otros mamíferos de nuevas regiones, llegando a tener hasta 3.600 nuevos contactos.
¿Cómo interviene el cambio climático en la expansión de los virus?
El Coronavirus nos ha enseñado, que en este mundo globalizado y multilateral en el que vivimos, no existen las fronteras ni las distancias para los virus. El constante movimiento de personas y la facilidad de llegar a nuevas áreas geográficas, supone un auténtico aliciente para la expansión de un virus. Sin embargo, frenar el progreso no es posible, pero sí lo es frenar el cambio climático y sus imprevisibles consecuencias.
Una de estos posibles estragos provocados por el cambio climático, pasa por la devastación medioambiental que se prevé para 2070, en la que más de 3.000 especies de mamíferos sufrirán cambios en su hábitat natural y sus ciclos migratorios, pudiendo llegar a entornos de gran concentración humana, provocando un riesgo "potencialmente devastador para el surgimiento de nuevas enfermedades que amenazan la salud de poblaciones animales y posibles ramificaciones para humanos", como explica uno de los investigadores del estudio.
África y Asia son los continentes más vulnerables a que esto pueda suceder, debido a sus características geográficas y demográficas, con zonas con alta concentración de personas y la facilidad del contacto con las especies animales. Por supuesto también por el impacto que está teniendo el cambio climático en esas zonas, además, tenemos como antecedentes el caso del VIH y el Coronavirus. Sin embargo, el estudio recalca que, no todas las enfermedades transmitidas entre especies podrían alcanzar la escala que tuvo el Coronavirus.
Hace falta monitorear las actividades animales
Por otro lado, George Albery, uno de los investigadores del estudio, explicó en rueda de prensa, que los procesos migratorios de los animales son imprevisibles. Y que por tanto, es necesario invertir en infraestructuras que faciliten la monitorización de las actividades de las especies más vulnerables, para poder tener herramientas con las que enfrentarnos a situaciones como las ya señaladas. Además añadió, que el cambio climático ha pasado a ser la razón principal para el origen de nuevas infecciones, por delante de la agricultura industrial, la deforestación o el comercio ilegal de especies silvestres.
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