Los bombardeos y ataques rusos traspasan las fronteras de Ucrania y llegan hasta los ecosistemas naturales, dejando daños irreparables tanto en el medio como en la fauna.
Uno de los mayores problemas de este tipo de mosca es que, si el virus de una enfermedad zoonótica lo adquiere esta mosca, se trataría de una especie realmente peligrosa.
Los estragos que pueda generar el cambio climático en las hábitats y ciclos migratorios de los animales, podrían aumentar el riesgo de contagios de nuevas enfermedades.